viernes, 10 de enero de 2014

Guapachá, Félix Pacheco…, y los muchachos de San Agustín


  Por Antonio José Guevara

 “No basta tener la razón…, sino continuar para que la razón se imponga”
   Aristóbulo Istúriz

El tema de la cultura en una Parroquia como San Agustín es preocupante y debe llamar a la reflexión a sus hacedores, gestores y accionantes que se encuentran dentro de sus entorno, en vista de que pareciera  que se estuvieran olvidándo que el imaginario san agustiniano tienen ahora otra manera de ver las cosas, al cual se le resta importancia, donde pareciera que se le sigue subestimando, y en el que  no se han dado cuenta que hoy le ha correspondido asumir una postura mucha más humana que los ha conllevado a un cambio de actitud y a organizarse en función de su bienestar.


Nosotros venimos observando y nos preguntamos ¿Por qué si en San Agustín se han aprobado tantos proyectos, su realidad no han ocurrido transformación alguna? Interrogante que nos ha llevado a la conclusión de que tal o cual situación no ha cambiado por la no existencia de compromiso con el entorno.

A pesar que la parroquia cuenta con todas sus potencialidades de organización y no se explica  que no sea tomada en cuenta en los diferentes proyectos después que son aprobados, notándose que en su  implementación, no están reflejados los intereses de quienes integran sus diferentes barriadas. Por ello pensamos que tal situación debe llevar a un cambio de actitud, en el donde haya mayor inclusión.

Debería llamarnos a la reflexión la existencia de un conjunto significativo de talentos que están esperando su oportunidad de que los tomen en cuenta y de ser incluidos en esos proyectos, a pesar de que la realidad en la Parroquia San Agustín es otra, en el que pareciera que un grupo muy reducido quiere seguir al vaivén de la consecución de sus proyectos personales, dejándola sin sentir, como no queriendo importarles la situación preocupante que vive la parroquia (cuestión que no es acorde con la transformación planteada y que comienza por el cambio interior de los individuos).

A pesar de existir experiencias sobresalientes como el de la Radio Cultural de San Agustín, La Televisora Comunitaria de San Agustín (TVSA), Fundación Escuela de Arte, Diseño y Color o la que está llevando a cabo Guapachá y Félix Pacheco, cada uno por lados diferentes, pero consciente de hay que estimular y cultivar en los niños y adolescentes esa responsabilidad como criadero de futuros percusionistas, lo que indica que hay preocupación porque la  parroquia no pierda su verdadera identidad. En esta tarea está implícita la sensibilización de toda su población para demostrarnos la importancia que tiene cuando repica  el tambor y se hace imponente, para recordarnos que si hay preocupación por formar una generación de relevo que se haga sentir y que está comprendiendo como el tambor “…se mete en los huesos, en la sangre, porque revienta los nervios y hace torcer  los dorsos de los cuerpos frenéticos, por qué  cabrilleaban en los ojos desorbitados, en las manos apunadas, en los pezones de las mujeres y hacían producir  gritos guturales, inarticulados, salvajes, que hacía subir la imagen del santo a la garganta sedienta de Aguardiente” y otras que poco a poco y de manera silenciosa vienen realizando ese trabajo  que se siente  como “… caladura del  carato, oloroso a clavos de especia, que vertían en sendas latas” (Sojo, Juan Pablo -1976-. Noche Buena Negra. Pp. 75).

Por otro lado, es grave y desalentador que se siga oscureciendo estos proyectos para que nadie los tome en cuenta, puesto que el mensaje que vienen dando desde hace mucho tiempo, se  viene caracterizándo por la incomprensión, la falta de visión, unidad, trascendencia, entusiasmo político, que se manifiesta en una lamentable postura que no ha salido todavía de los niveles primarios del individualismo egocéntrico y de los intereses grupales, sectarios, pragmáticos, e inmediatistas, que se convierten en los síntomas que solamente permiten que se siga  robusteciendo su crisis, lo cual los lleva, a la depredación, al extravío, al deterioro de lo que con tanto esfuerzo y empeño se ha logrado hasta ahora en la parroquia.

Esto representa que la Parroquia San Agustín se siente acéfala de una gestión cultural transparente, idónea, creativa y producto del hacer estético a pesar de la existencia de estos gránulos que se están formando con caras encendidas, acaloradas de encender la brasa, que están demostrando que es necesario elevar la calidad de vida de quienes pernotan dentro de sus predios, en donde ese hacer se ha convertido en un acto de rebeldía, en un acontecer de lo diario, en un parámetro de mucha importancia, en el que se debe asumir una postura diferente.

Debemos internalizar una visión de futuro con olor a pueblo que permita que la participación y el protagonismo se conviertan en su propósito fundamental, que les permita al ciudadano san agustiniano tener acceso a su disfrute, goce, disposición y que a la vez se transforme en el canal que fortalezca su dimensión espiritual, en el que la creatividad como factor para la conquista de la prosperidad social, se convierta en una herramienta para generar una serie de oportunidades para el desarrollo de sus potencialidades, en atención a su diversidad sociocultural, espiritual e histórica, si comprendemos, que en esa diversidad se encuentran los fluidos que le dan coherencia, fuerza y sentido, a la vida, como a sus condiciones existenciales, en el que la instauración del Socialismo debemos asimilarlo, como una postura política, ideológica, económica social y estética, contraria a la tradición histórica que ha impuesto la depredación, puesto que se convierte en el proyecto histórico que está destinado a trabajar con una nueva institucionalidad, en el que las viejas estructuras debe ser superadas con una serie de contenidos que recojan todo lo que somos como pueblo y para ello, hemos de plantearnos como reto lograr fortalecer todos los mecanismos de participación que propicien su empoderamiento, el cual debe partir de la profundización del trabajo creativo para poder lograr la ampliación de su espiritualidad.


En este sentido, todos los que nos encontramos en los predios que integran la parroquia San Agustín, estamos ganados para brindarle a la comunidad un hacer en el que esté implícito una toma de consciencia diferentes, en el que se debe comprender que la acción cultural constituye un factor  importancia para impulsar y profundizar los cambios que están planteados y es por ello que la tarea se complementa en fortalecer trabajos socio-comunitarios y creativos de calidad y de un alto contenido estético como los que están llevando adelante estos íconos del hecho cultural (Guapachá y Felis Pacheco, Mundito, Javier Madrid y otros).

Asimismo debemos iniciar la creación de un proyecto social-cultural coherente, distinto, más alentador, donde se encuentre implícitos la corriente vital generadora, como necesidad histórica impostergable y creemos que llegó el momento de hacer cambios profundos, donde nuestra presencia esté  ganada para implantar contenidos que implique un proceso creador e innovador de más relevancia, en el que podamos inventar el futuro, soñar una cultura construida con nuevos valores,  como la bondad, la verdad, la belleza, pero también…, como el legítimo beneficio generado por nuestro esfuerzo creador, empeño de producir, crecer, vivir plenamente y alcanzar la felicidad en convivencia solidaria  en libertad, porque hemos entendido que es necesario  movilizarnos para enfrentar la ineptitud, la indiferencia burocrática, la indolencia, el reduccionismo de la visión de la cultura y de esta manera, movilizarnos para defender y/o alcanzar lo necesario para el equipamiento social de la cultura y la activación del potencial generativo, transformador de la sociedad y de esta manera estaríamos entendiendo la acción cultural, con una fuerza de cohesión, de movilización, de organización social que viene a fortalecer el proceso de establecimiento y consolidación del tejido social existente en  nuestra parroquia.

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