Por Antonio José Guevara
“No basta tener la razón…, sino continuar para
que la razón se imponga”
Aristóbulo Istúriz
El tema de la cultura en una
Parroquia como San Agustín es preocupante y debe llamar a la reflexión a sus
hacedores, gestores y accionantes que se encuentran dentro de sus entorno, en
vista de que pareciera que se estuvieran
olvidándo que el imaginario san agustiniano tienen ahora otra manera de ver
las cosas, al cual se le resta importancia, donde pareciera que se le sigue
subestimando, y en el que no se han dado
cuenta que hoy le ha correspondido asumir una postura mucha más humana que los
ha conllevado a un cambio de actitud y a organizarse en función de su
bienestar.
Nosotros venimos observando y nos preguntamos ¿Por qué si en San
Agustín se han aprobado tantos proyectos, su realidad no han ocurrido transformación alguna? Interrogante
que nos ha llevado a la conclusión de que tal o cual situación no ha cambiado por la no
existencia de compromiso con el entorno.
A pesar que la parroquia cuenta con
todas sus potencialidades de organización y no se explica que no sea tomada en cuenta en los diferentes
proyectos después que son aprobados, notándose que en su implementación, no están reflejados los
intereses de quienes integran sus diferentes barriadas. Por ello pensamos que
tal situación debe llevar a un cambio de actitud, en el donde haya mayor inclusión.
Debería llamarnos a la reflexión la existencia de un conjunto
significativo de talentos que están esperando su oportunidad de que los tomen
en cuenta y de ser incluidos en esos proyectos, a pesar de que la realidad en la
Parroquia San Agustín es otra, en el que pareciera que un grupo muy reducido
quiere seguir al vaivén de la consecución de sus proyectos personales,
dejándola sin sentir, como no queriendo importarles la situación preocupante
que vive la parroquia (cuestión que no es acorde con la transformación
planteada y que comienza por el cambio interior de los individuos).
A pesar de
existir experiencias sobresalientes como el de la Radio Cultural de San
Agustín, La Televisora Comunitaria de San Agustín (TVSA), Fundación Escuela de
Arte, Diseño y Color o la que está llevando a cabo Guapachá y Félix Pacheco,
cada uno por lados diferentes, pero consciente de hay que estimular y cultivar
en los niños y adolescentes esa responsabilidad como criadero de futuros
percusionistas, lo que indica que hay preocupación porque la parroquia no pierda su verdadera identidad. En esta tarea está implícita la sensibilización de toda su población para demostrarnos la
importancia que tiene cuando repica el
tambor y se hace imponente, para recordarnos que si hay preocupación por formar
una generación de relevo que se haga sentir y que está comprendiendo como el
tambor “…se mete en los huesos, en la
sangre, porque revienta los nervios y hace torcer los dorsos de los cuerpos frenéticos, por
qué cabrilleaban en los ojos desorbitados,
en las manos apunadas, en los pezones de las mujeres y hacían producir gritos guturales, inarticulados, salvajes,
que hacía subir la imagen del santo a la garganta sedienta de Aguardiente” y
otras que poco a poco y de manera silenciosa vienen realizando ese trabajo que se siente
como “… caladura del carato, oloroso a clavos de especia, que
vertían en sendas latas” (Sojo, Juan Pablo -1976-. Noche Buena Negra. Pp.
75).
Por otro lado, es grave y
desalentador que se siga oscureciendo estos proyectos para que nadie los tome
en cuenta, puesto que el mensaje que vienen dando desde hace mucho tiempo,
se viene caracterizándo por la
incomprensión, la falta de visión, unidad, trascendencia, entusiasmo político,
que se manifiesta en una lamentable postura que no ha salido todavía de los
niveles primarios del individualismo egocéntrico y de los intereses grupales,
sectarios, pragmáticos, e inmediatistas, que se convierten en los síntomas que
solamente permiten que se siga
robusteciendo su crisis, lo cual los lleva, a la depredación, al
extravío, al deterioro de lo que con tanto esfuerzo y empeño se ha logrado
hasta ahora en la parroquia.
Esto representa que la Parroquia San
Agustín se siente acéfala de una gestión cultural transparente, idónea,
creativa y producto del hacer estético a pesar de la existencia de estos
gránulos que se están formando con caras encendidas, acaloradas de encender la
brasa, que están demostrando que es necesario elevar la calidad de vida de
quienes pernotan dentro de sus predios, en donde ese hacer se ha convertido en
un acto de rebeldía, en un acontecer de lo diario, en un parámetro de mucha
importancia, en el que se debe asumir una postura diferente.
Debemos internalizar una visión de futuro con olor a pueblo que permita que la
participación y el protagonismo se conviertan en su propósito fundamental, que
les permita al ciudadano san agustiniano tener acceso a su disfrute, goce,
disposición y que a la vez se transforme en el canal que fortalezca su
dimensión espiritual, en el que la creatividad como factor para la conquista de
la prosperidad social, se convierta en una herramienta para generar una serie
de oportunidades para el desarrollo de sus potencialidades, en atención a su
diversidad sociocultural, espiritual e histórica, si comprendemos, que en esa
diversidad se encuentran los fluidos que le dan coherencia, fuerza y sentido, a
la vida, como a sus condiciones existenciales, en el que la instauración del
Socialismo debemos asimilarlo, como una postura política, ideológica, económica
social y estética, contraria a la tradición histórica que ha impuesto la
depredación, puesto que se convierte en el proyecto histórico que está
destinado a trabajar con una nueva institucionalidad, en el que las viejas
estructuras debe ser superadas con una serie de contenidos que recojan todo lo
que somos como pueblo y para ello, hemos de plantearnos como reto lograr
fortalecer todos los mecanismos de participación que propicien su
empoderamiento, el cual debe partir de la profundización del trabajo creativo
para poder lograr la ampliación de su espiritualidad.
En este sentido, todos los que nos
encontramos en los predios que integran la parroquia San Agustín, estamos
ganados para brindarle a la comunidad un hacer en el que esté implícito una
toma de consciencia diferentes, en el que se debe comprender que la acción
cultural constituye un factor
importancia para impulsar y profundizar los cambios que están planteados
y es por ello que la tarea se complementa en fortalecer trabajos socio-comunitarios
y creativos de calidad y de un alto contenido estético como los que están
llevando adelante estos íconos del hecho cultural (Guapachá y Felis Pacheco,
Mundito, Javier Madrid y otros).
Asimismo debemos iniciar la creación de un proyecto social-cultural coherente, distinto, más
alentador, donde se encuentre implícitos la corriente vital generadora, como
necesidad histórica impostergable y creemos que llegó el momento de hacer
cambios profundos, donde nuestra presencia esté
ganada para implantar contenidos que implique un proceso creador e
innovador de más relevancia, en el que podamos inventar el futuro, soñar una
cultura construida con nuevos valores,
como la bondad, la verdad, la belleza, pero también…, como el legítimo
beneficio generado por nuestro esfuerzo creador, empeño de producir, crecer,
vivir plenamente y alcanzar la felicidad en convivencia solidaria en libertad, porque hemos entendido que es
necesario movilizarnos para enfrentar la
ineptitud, la indiferencia burocrática, la indolencia, el reduccionismo de la
visión de la cultura y de esta manera, movilizarnos para defender y/o alcanzar
lo necesario para el equipamiento social de la cultura y la activación del
potencial generativo, transformador de la sociedad y de esta manera estaríamos
entendiendo la acción cultural, con una fuerza de cohesión, de movilización, de
organización social que viene a fortalecer el proceso de establecimiento y
consolidación del tejido social existente en
nuestra parroquia.
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