Por Francisco Javier Sierra Corrales
La burocracia chavecista ahora expresada en el
madurismo, para no hacer la revolución republicana bolivariana inmersa en la constitución
del 99, ha optado, como formula de sobrevivencia, ante su inminente caída por
su incapacidad, de implementar dos estrategias, ambas erráticas y suicidas para
el país, que seria su mapa de vuelo, para este año que es decisivo que de
triunfar (Lo que seria una desgracia para el país y la cancelación definitiva
de la revolución bolivariana para los próximos 50 años), ese plan pudiese
abarcar el 2015 y el 2016, hasta la implantación definitiva de una
socialdemocracia tardía.
Las dos estrategias de marras apuntan hacia dos
objetivos, uno es la militarización del país, consistente en entregarle todo el
poder a los militares, volviendo a Venezuela, la tristemente célebre figura del
101. La otra estrategia, es hacer definitivamente un pacto de gobernabilidad
con la ultraderecha pro-yanqui, lo cual implicaría la cancelación definitiva de
la oportunidad de transformación definitiva del país que nació el 27-F-1989 y
la recomposición del pacto de punto fijo.
LA MILITARIZACION
DE HECHO
Hay que diferenciar lo que es el concepto clásico de
“militarismo” que esboza la derecha de forma maniquea en contra del chavecismo,
que no lo es puesto que su supuesta ideología es el bolivianismo revolucionario
más afín hacia el socialismo y hacia la izquierda (Verbalmente hablando) que
una concepción militar o militarismo; es un proceso de militarización por el
origen de las personas que ocupan los altos cargos. Esta táctica del madurismo
es similar a la que implementó el imperialismo en Nuestramérica en los
50-60-70, en plena guerra fría, antes de convertirse en neoliberal, cuando
enfrentó a la sociedad civil nacionalista, crítica y revolucionaria con los ejércitos
formados en la escuela de las Américas, aparentemente la sociedad era “democrática”
y existía un “gobierno civil”, pero quien estaba a cargo del orden publico (Entiéndase
combate a la insurrección o rebeliones), eran los militares. Con ello digo, que
la derecha pitiyanqui no tiene ningún tipo de autoridad para llamar
“militarista” a los chavecista y lo hace por lo caradura y cínica que es.
Maduro, como forma de protegerse de las múltiples
criticas valederas de la sociedad en específico de los trabajadores y las
comunidades, ha militarizado el país y ha colocado a militares en altos cargos,
en su mayoría ni preparados técnicamente para ello, ni políticamente tampoco,
ya que no son personas revolucionarias o con concepción revolucionaria claras,
sino aun conservan bastante mucho la formación verticalista, clasista y
excluyente de la escuela de las Américas. Lo de la alianza cívico-militar, es
pura paja, puro cliché, puro lema.
Esto es muy peligroso porque esta exponiendo a los militares,
quienes también son un valor del país que hay que proteger, al escarnio
publico, que sería la consecuencia natural de involucrarse en el que hacer
político, aunado a su incapacidad e impreparación, por un lado; y por el otro,
esta contribuyendo a dilapidar uno de los capitales más sagrados que tenía
nuestras fuerzas armadas cual era el
valor honradez, honestidad, en donde una cosa mala como era el separarlo del
mundo civil, con fines de que no congeniara con él y así poderlo reprimir
cuando la circunstancias lo requirieran, se convirtió en algo bueno, como el
hecho que el ejército, sobre todo en los cuadros bajos y medios, no se contaminó
con la corrupción que era monopolio del político civil; esos valores
permitieron que dentro de la fuerza armada insurgieran un instrumento de regeneración
como lo fue el MBR-200; ya hoy en día vemos, por ese proceso de militarización,
a unas FANB corrompidas y cobrando cualquier clase de “vacunas” y “peajes”,
según un clamor popular que cada día es más fuerte, al igual como cualquier
politiquero civil y corrupto, y esa contaminación es mala porque prácticamente
desarma moral y militarmente a la República.
UN NUEVO PACTO DE
PUNTO FIJO Y LA CANCELACIÓN DEFINITIVA DE LA OPORTUNIDAD DE REVOLUCIÓN
La otra estrategia de marras del chavecismo
madurista para sobrevivir, que no es lo mismo ni se escribe igual que hacer la revolución
socialista y bolivariana; es buscar un acuerdo abierto, y no bajo las sombras
como ha sido hasta ahora, con la ultraderecha a fin de aminorar las criticas y
los ataques a su desacertado gobierno, es decir, que no busca la paz
propiamente tal, que esta sólo se logra con justicia social, sino busca es la
conciliación con el enemigo, la entrega de la revolución, una falsa paz.
Este acuerdo ahora entendido como un “Diálogo” que
no es otra cosa sino una especie de vaselina para ir acondicionando al nuevo
pacto de punto fijo que viene, la socialdemocratización tardíamente del país y
el abandono definitivo de la revolución bolivariana que se inició el 27 de
febrero de 1989.
Para botón de muestra de lo que será este año 2014,
dentro del plan de vuelo de la burocracia tenemos su conducta entre los días 7,
8 y 9 de enero, recién pasados, Uno sería el decreto-ley que fija los precios
de los vehículos (Dentro de la ley habilitante vendida como “panacea” contra la
especulación), el segundo sería la reunión con los Alcaldes de 79 municipios más todos
los gobernadores, incluido Capriles, que es una evidencia que el imperialismo
acepta, el por ahora, “diálogo”, previo acto que causó conmoción pública como
es el asesinato de la ex miss Venezuela 2004 y su esposo de una forma vil y
atroz, sobre el cual me referiré aparte puesto que lanzo la hipótesis de
sicariato político, con fines de conmoción desestabilizadora y de justificación
de grupos paramilitares, con su especificidad, lo que hizo el Uribismo en
Colombia entre los años 90 y la década 00 de este siglo, por ello trataré el
punto aparte y en especial; tercero, el acto de los 55 años de la revolución
cubana; y cuarto, el aumento del salario mínimo nacional. Veamos.
La ley de precios de vehículos, es la tónica de lo
que será la lucha en contra de la especulación madurista, resulta que se
publica el contenido del decreto pero el anexo, que es lo mas importante y lo
que estábamos esperando los venezolanos, que era la fijación del precio
definitivo de los carros no aparece. ¿Y saben por qué no aparece?; porque
quienes van a fijar los precios son las transnacionales ensambladoras, o mejor
dicho “concertados” entre gobierno y empresarios vehiculares, pero la
estructura de costos, que es el factor más importante para fijar cualquier
“precio justo”, lo ponen los capitalistas, el gobierno sólo avala, le da
legalidad a ese precio expuesto por los burgueses, si acaso un regateo de forma
populista para “no golpear” tanto al pueblo.
Pero el día cumbre fue el pasado 8 de enero, el día
de la diálogo-perdón, un acto de alta traición, mezclado con un discurso
incendiario en la noche por los 55 años de la revolución cubana, acto retardado
porque el día aniversario es el 1 de enero. Digo alta traición, no temiendo al
chantaje “pacifista” del gobierno centrista y sus plumas tarifadas porque la
presencia de Capriles en esa reunión es muy significativa ya que evidencia que
el imperialismo, su amo, acepta el “diálogo” y no estamos hablando de cualquier
pelele, estamos hablando de la única superpotencia imperialista que sabe y
entiende con lujo de detalles, lo que quiere decir con la palabra diálogo la
burocracia pumalaca. Con Capriles debería estar pendiente un juicio por el
delito político de múltiples homicidios a titulo de autor intelectual y/o
instigador público. Esa no es una paz verdadera, esa es una falsa paz, una
manipulación disfrazada de paz, para ir enmascarando una alta traición, ese
diálogo-perdón es una muestra de la vigencia y actualidad de Cartagena, el
primer documento de trascendencia pública de nuestro Libertador. Pero como
aquí, hay para todos los gustos, ante la conciliación centrista y entreguista
del día, un discurso bien incendiario y revolucionario pro comunista y pro
cubano en la noche.
Y por último, aunque fue anterior al 7 de enero, el
decreto de aumento de salario mínimo, que es el aumento más falso y
pro-patronal que hay, por las siguientes razones, no toca al trabajo informal y
al desempleo en donde esta la mayoría de la población venezolana, es un
espejismo que sólo sirve para las estadísticas, muy típico de la
tecno-burocracia de corte neoliberal que ha venido dominando al Ministerio del
Trabajo, en donde estadísticamente (En el papel) Venezuela aparece con el
salario mínimo más alto de América Latina y El Caribe, lo que seria un síntoma
de justicia social, pero es muy poca la incidencia que tiene; y por último,
estos aumentos de salarios mínimos, a quien menos golpea es a la gran
burguesía, a las transnacionales quienes están en mayor capacidad de asimilarla
al contrario de la pequeña empresa y la empresa familiar son las más afectada.
Seria de mayor justicia social un acto verdaderamente Jesuista (De Jesús de
Nazaret y no de cristo y menos de cristianismo que son cosas diferentes),
subsidiar el desempleo, darle un bono de sobrevivencia, a esa gran masa humilde
desempleada o sub-empleada, los más pobres.
Entonces para concluir este punto que es la
ejemplificación en casos concretos de cómo se va a manifestar la segunda
estrategia del mapa de vuelo de la burocracia de socialdemocratización, su
tónica va a hacer, a la par que se “manda un tremendo discurso” bien
incendiario y radical en contra de los burgueses “ladrones” y usureros, para
castigarlos aparece una ley-decreto
supuestamente anti-especulativa, pero en donde quienes fijan los preciso “y que
justos” son los dueños de los medios de producción alias capitalistas o patronos;
igualmente se decretan los aumentos que menos benefician a las grandes mayorías
y menos golpean a los grandes capitalistas por el contrario al pequeño
empresario y a la empresa familiar.
Lo anterior es en el aspecto social, y en el aspecto
político, a la par que se va vendiendo la revolución, el espíritu del 27 de
febrero de 1989, que es el que dio origen a todo este envión revolucionario con
estos diálogos-perdón, a la par se va gritando bien duro “comunismo”,
“igualdad”, “socialismo”, “revolución”, “bolivarianismo”, etc.
QUÉ HACER
El hecho que la burocracia colorada tenga que
aparentar radicalismo y socialismo, a la par que va entregando el proceso
revolucionario hacia el centro, es algo bueno, algo positivo, eso significa que
no las tiene todas consigo, que todavía permanece una masa radical y
auténticamente revolucionaria dentro de las bases del PSUV y el GPP, al igual
que existe en la oposición, sobre todo en sus votantes, en su mayoría “votos
castigos“, a quienes ambos no pueden despachar así a la ligera como si fuese un
objeto, “hay que trabajarlos sicológicamente”, manipuladoramente hasta el día
del pacto, para que los daños directos y colaterales para la burocracia sean lo
menos posibles.
Por lo anterior, es que la lucha debe ser social, en
la calle, no dejar la lucha en lo ideológico, ya que todos esos pactos, que son
debilidades ideológicas (En sí son traiciones), tienen expresión concreta en lo
social en lo terrenal, los precios de los carros serán “atractivos” pero para
los dueños de los vehículos y no para el pueblo y esa será la tónicas para
todos los productos, incluidos alimentos y bebidas. El perdón a Capriles en un
diálogo, aunque aparenta ser algo muy político, la gran victima es la justicia,
la impunidad, los familiares de la víctima.
A organizar comités de lucha en contra de la
especulación y por leyes anti-especulativas de verdad y en contra de impunidad.
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