martes, 14 de enero de 2014

Affaire Parra-Interpol, bien gracias...

Por Yuri Valecillo

Una de las “razones” esgrimidas por nuestrro gobierno para deportar a al periodista sueco Joaquín Pérez Becerra fue la supuesta notificación de INTERPOL FAST . Este compañero fue deportado de manera rápida y de nada valió argumentar, decir, comentar...


Lo interesante del caso es que veo en la prensa nacional que el “hijito” del exalcalde de Valencia anda como pavo real por Miami y nada que se ejerce la presunta acción penal contra el sujeto, cosas que pasan y seguirán pasando y en las cuales "la impunidad está barata dame dos”. Veamos la nota en cuestiónhttp://www.el-carabobeno.com/portada/articulo/73918/hijo-de-edgardo-parra-estara-en-miami Es terrible, pero es. Y hasta ahora no escucho comentario alguno. Nuestros raseros a Sabino Romero. No tomarlo en cuenta. Joaquín Pérez Becerra deportado en Fast Track. Julian Conrado, ni pararle en lo más mínimo, y al que grite etiquetarlo. Pero se tocan otras fibras Isea el exgobernador de Aragua: ni nombrarlo, ni tocarlo, ni comentarlo. Y al hijo de Parra, su bono de impunidad en Miami.

Y entonces seguimos naufragando en el contentillo, el silencio o la rabia y la manga amplia para los camaradas que cometieron algunos “muy pequeños” extravíos como el desolar a la tercera ciudad del país y corromper o intentar corromper el espinazo moral de un proyecto político con chapucerías y pequeñas complicidades.

El deseo es el de todos: que se aplique el peso de la ley, que se aclare el caso del “chico bueno” o sea EDGARDITO y se den todos los pasos y se realicen todas las diligencias para poner frente a la justicia a esta “mansa paloma” hoy en los “maimis”.

Imagino que ya estando localizado, lo pueden poner en poco tiempo en territorio nacional. Claro, para eso de las “fichas rojas” en Venezuela somos infinitamente diligentes, y el caso de Becerra el periodista sueco enviado de manera “poco ética” a territorio colombiano lo demuestra.

Ya se pueden abrir las apuestas a ver cuántos meses o años o hasta cuándo resistirá la terca memoria la exigencia de que se transparente el caso de este clan familiar que “presuntamente” dejaron la ciudad convertida en un albañal entre basura real y basura mediática de una alcaldía que hablaba de eficiencia.

¿Dónde termina la burla al pueblo de Valencia que depositó su confianza y por suerte -no sus ahorros- en una administración municipal que es sinónimo de incapacidad, abandono, decidia y mentiras?


Todos y cada uno de los implicados en tamaño acto vil y cobarde y tan perverso como el más artero de los crímenes debería ser castigado, aunque al parecer y por los vientos que soplan el doble rasero funcionará una vez más.Y mientras a Julián Conrado cantor y revolucionario lo detienen en una operación ilegal con participación en territorio nacional de los servicios de seguridad neogranadinos ” El Affaire Parra” parece recibir tierrita y polvo para que no veamos lo que está a la vista.

En Valencia como en Miami no hay guiso sin ALCAPARRA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario