miércoles, 4 de diciembre de 2013

Desde la “tenca” global le advierten a la izquierda cubana.

 Por Víctor Andrés Gómez Rodríguez
"Yo vivo en La Habana; no en el Olimpo. A mí también se me va el agua, los vecinos me importunan, los del agro me quieren cobrar de más. […] Yo hago parte, puntual y orgullosamente además, de una cultura popular genuina y riquísima, cuyos giros, dicharachos y aforismos de última hora integran también mi manera de hablar y de comunicarme con los demás."
Rufo Caballero.

¿Es posible la “libertad de expresión” sin compromiso político dentro del flujo global de las redes digitales; de un “izquierdismo” sometido al control imperialista de las redes digitales, y a sus mecanismos de vigilancia?

Lo cierto es que existe una tendencia en los flujos digitales, que pretende debatir como “guasones de la web”: 1) gente mentalmente encriptada en el individualismo capitalista a partir de una cotidianidad fracturada, 2) quienes desbordan su frustración contra lo que les parezca conveniente; 3) provocadores subordinados a los servicios de inteligencia imperialista –por alguna razón Manning, Assange y Snowden siguen excluídos-, intentando sacar de sus casillas a quienes les resulten más interesantes –el imperialismo aprende de nosotros. De nada sirve si Echelon le mide y vigila sus mililitros de mingición ordinaria al más pinto. Alguien se esconde de Ud. y de mí, pero no de la NSA-USA.  

La integración latinoamericana ALBA está siendo “cacheada” en la web dentro de un programa de subversión que nada tiene de comunicacional, no es lo peor del caso. Existen ejemplos denigrantes como parte de la estrategia de satanización contra la revolución bolivariana, la revolución cubana, y contra la integración antes enunciada. La satanización es amplia por diversa. Un hospital psiquiátrico en La Habana es suficiente.

¿Cuál es el espacio mediático imperialista en el que se intenta "guarachar" a costas de debates entre revolucionarios y anónimos "izquierdosos"? Gilberto lo describe:

“nos enfrentamos a la megaindustria contemporánea de subjetividad y sus redes de distribución transnacional, que han producido modos de sujeción nunca antes vistos. La cara omnipresente del neoliberalismo, al decir de Irene León, es producida por la capacidad de transmitir grandes volúmenes de información y conocimientos en tiempo real a través de nuevas tecnologías de comunicación que facilitan la integración (homogeneización) en escala mundial. El impacto global de esas megaindustrias ha hecho de la enajenación mediático cultural la norma de la vida contemporánea en las sociedades capitalistas, generando a la vez ilusiones y tensiones insolubles tanto en el centro como en la periferia del sistema. Es conocida la alta concentración de los medios como forma de dominio del capital sobre la sociedad, su conversión en espacios de toma de decisiones políticas y de contrainsurgencia frente las alternativas y las resistencias populares que pongan en peligro su hegemonía. A ello se une su papel como puerta “estetizada” del mercado capitalista, antesala visual de la plusvalía, paralización del pensamiento crítico a través de la velocidad de la imagen fragmentada y del simulacro virtual, hiperrealista de las televisoras. Cuba, como sabemos, no está al margen de enfrentar esos desafíos." [1]

Así es que es mejor andarnos con los ojos y las mentes alertas; resulta muy recurrente que mientras la hegemonía imperialista hace prospección en alternativas contra la dominación que ejerce, nos solacemos en debates que se concentran en abstracciones banales, desviando la atención de las injusticias sociales, o de pasados y nuevos genocidios. No existe “espacio” ideal posible para “debatir” en la misma territorialidad imperialista, fuera de las zonas de agresiones y bombardeos. A buen recaudo de una bala perdida o de la prisión injusta.  Hace quince años se libra una lucha ardua para que los Cinco Héroes cubanos injustamente encarcelados en Estados Unidos sean liberados; pero ese asunto se desconoce.[2]

En la Cuba actual no sólo estamos enfrascados en el cambio radical del modelo en actual hacia una propuesta que asegure la sustentabilidad socialista y antiimperialista con justicia social, a su vez, nos mantenemos alertas por nuestra soberanía. Tenemos problemones, algunos objetivos; pero una cantidad tremenda de subjetivos. La creatividad de los ciudadanos al abandonar el asistencialismo rentista pasivo, en que vivimos aún, descubre soluciones de las que cobramos conciencia cuando resbalamos camino al piso y caemos encima de ellas. El transporte público funciona mal (¡ñó!). La oferta de la canasta básica es hiperkinética por pendular; pero no muchos reconocen que hace un buen tiempo casi nadie come a costas de esa birria de cartilla de abastecimientos, y que a diferencia de “antes”, si no doblas el lomo y trabajas será difícil mangiar todos los días siendo una persona apta. En medio de un bloqueo integral angloestadounidense contra Cuba durante más de medio siglo, sería estólido esperar a que alguien coma, se vista y beba cerveza a costas de los otros. La economía es intrínseca de la política, no hay economía a secas. No por gusto la ultraderecha venezolana busca constantemente crear condiciones de desestabilización local a partir de reventar el equilibrio interno para el abastecimiento de alimentos. En nuestro caso, pasa todos los días desde hace más de medio siglo. Y mantenemos atención médica gratuita, al igual que el sistema de enseñanza nacional hasta el nivel superior. En horario de clases es extremadamente difícil encontrar en Cuba a un niño fuera de su escuela.

Debatir acerca de los países que conforman a la integración regional ALBA, y en estos me centro, es moverse a través de las secuelas que el colonialismo, el neocolonialismo y la imposición neoliberal dejaron en la cotidianidad y el espíritu de los pueblos que hoy deben asumir, políticamente organizados –es la única manera- el enfrentamiento contra la dominación imperialista, y a su vez contra secuelas locales en pos de alternativas de sustentabilidad socialista por antiimperialista.

Ni Snowden puede éticamente debatir desde una posición anónima, de hecho lo primero que hizo fue enseñarle su cara al establishment que él mismo denuncia. Existen pueblos en pos de, o reclamando la sustentabilidad de los actos de justicia social, donde ya los hay, o exigiéndolos hacia un proyecto de emancipación social. Cuando alguien “fuera del potaje” quiera debatir sobre nuestros asuntos, que son los de las mayorías oprimidas del mundo, debe actualizarse, documentarse con calma y análisis crítico. Todos estamos para debatir, no para perder el tiempo en escatologías mentales de un izquierdismo “sin enemigos”. Menudo problema el que enfrentamos teniendo del lado opuesto a la dominación imperialista de turno. La sustentabilidad socialista es un asunto muy serio, que requiere concentración absoluta intelectiva y actualización constante mediante praxis política revolucionaria en la reproducción de la decencia durante la socialización productiva necesaria, porque: "socialismo tiene que significar socialización del poder y socialización de la propiedad. O, para decirlo en un orden de prioridad: socialización de la propiedad y socialización del poder."[3]

Quienes estamos enfrascados en defender y salvar proyectos emancipatorios dentro de la integración ALBA, no podemos desperdiciar conexiones sinápticas. Esa es la cotidianidad en que vivimos; nuestra cultura.


Desde el litoral oeste de La Habana revolucionaria, socialista, bolivariana, martiana y bolivariana.
21/11/2013







[1] Gilberto Valdés Gutiérrez. Algunos referentes para soñar y pensar a Cuba. Revista Temas, 25-04-2013
[2] René González explica que: “[Los otros cuatro cubanos] están presos por sus ideas políticas, porque el Gobierno norteamericano decidió dejar caer sobre ellos una venganza que han tratado de dejar caer sobre el pueblo cubano durante 50 años. Les molestó que los humilláramos durante el juicio, que sacáramos en cara sus mentiras, sus chantajes, y su apoyo a los terroristas que están haciendo daño al pueblo cubano. […] La ley ha sido modificada, amoldada, la evidencia ha sido seleccionada para satisfacer un fin político. Cuando EE.UU. tome la decisión política de resolver este caso, lo que tiene que hacer es decirles a sus jueces que apliquen la ley y en ese momento mis cuatro compañeros estarían de regreso” […]. “Este es un problema de costos y beneficios. Desde el momento en que el costo de mantenerlos en prisión es superior a los beneficios que obtienen con esta venganza tomarán la decisión política de liberarlos. Es importante la presión internacional, que se le haga saber al Ejecutivo norteamericano que el mundo los está mirando, que están pagando un precio por esto, que esa imagen que se quieren atribuir de guardianes del Estado de derecho es falsa”   René González revela en RT malos tratos contra los Cinco. Internacional | RT Actualidad | 11-09-2013. http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article57660
[3] Ibidem

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