sábado, 12 de octubre de 2013

Cianuro en gotas XVI




Un duro golpe a los corruptos propinaron en Valencia. El alcalde de esa ciudad, Edgardo Parra, su esposa y dos de sus hijos están ya tras las rejas, en una operación del Sebin. Edgardito, uno de los vástagos, no fue apresado porque está de viaje en España. En una acción paralela, también fue capturado Pablo Montoya, presidente del Concejo Municipal valenciano. Son dos peces, uno de ellos muy gordo, que caen en el combate a la corrupción. La medida es especialmente eficaz porque demuestra que no se descansa en esa lucha, tras unas cuantas semanas sin presos importantes. Y tan cerquita que queda Aragua...

La vida de Edgardo Parra y su familia era realmente escandalosa. Se revolcaban en un lujo de pésimo gusto. Los Parra acababan de comprar un jet privado que les costó 7 millones de dólares y un yate por el que soltaron 19 mil millones de los viejos bolívares. El menor de los hijos, de apenas 21 años, presumía de meterse entre 600 y 800 “palos” mensuales. Edgardito, el hijo prófugo, tiene “presuntamente” una larga lista de empresas con sus testaferros Róger Garcés, hijo, y Junior Belesmay. Entre los bienes figura un carísimo centro comercial en Panamá. Edgardito acababa de comprar en Brickell avenue de Miami, un apartamento por 275 mil dólares. Otro “presunto” es Teachman Salazar, botado por choro como cadete de 4 año en la Academia Militar. La administradora personal del alcalde Edgardo Parra está prófuga, al igual que el Contralor de la Alcaldía.


Las cifras difundidas este jueves por el Banco Central son sumamente preocupantes, a pesar de ser algo mejores que en el segundo trimestre del año. El comportamiento de los precios no deja duda acerca de la intensidad de la guerra económica desatada por muchos empresarios, que generan desabastecimiento y especulación para obtener ganancia política y, de paso, meterse un realero adicional a las ya gigantes utilidades “normales” del sector privado. La realidad es que en septiembre los precios subieron un brutal 4,4 por ciento, marcadamente superior al 3 por ciento de agosto. El tercer trimestre registró una inflación de 11 por ciento, muy inferior al terrible 15,8 por ciento del anterior. En lo que va de año, consecuencia directa de hampones disfrazados de comerciantes, el Índice de Precios al Consumidor aumentó 38,7 por ciento, lo que presagia que 2013 cerrará por encima del 50 por ciento. El último trimestre tradicionalmente es el de mayor inflación del año.

El alza de precios tiene un efecto muy duro sobre los sectores populares. Sin embargo, todavía en el gobierno abundan los defensores de medidas economicistas, cuando es evidente que la salida es simplemente policial. La inflación no es consecuencia de políticas erradas o de factores reales. Es simple especulación. Los empresarios, por móviles políticos desaparecen los productos aumentan los precios. Es algo que está clarito, menos para algunos pequeñoburgueses, que presionan para no tocar ni con el pétalo de una rosa a los empresarios. Sin embargo, frente al problema político más grave y la mayor amenaza para el país, siguen debilitando al Indepabis, amarrando a Eduardo Samán y tolerando la especulación. Parece increíble que ya haga años desde que la Asamblea aprobó una ley penal contra el acaparamiento y la especulación, por la cual aún se espera al primer preso.

Hechos, no opiniones. Haissam el Aissami, primo hermano del narcogobernador de Aragua, era socio minoritario de Walid Mackled, en la empresa Almacenadora Conacentro. Nadie ha explicado jamás cómo este individuo, que era pobre de solemnidad, de golpe aparece siendo accionista de una empresa que sólo en equipos y maquinaria pagó 3 millones de dólares a los antiguos dueños, además de dar 12 millardos de bolívares a la Gobernación de Carabobo, en tiempos de Acosta Cárlez.

La noche del jueves, en el Hotel Hesperia de Valencia, Miquele Cocciola ofreció una cena a 850 godos carabobeños. El cubierto cuesta 10 millones. La factura del hotel la paga una empresa de Cocciola, no su comando de campaña. El viernes llega a Valencia Henrique Capriles, que estará allí dos días intrigando dentro de la muy dividida oposición carabobeña, pues el Enchufado Oral tiene una dura pelea casada con el viejo Henrique Salas Römer.

Martín de Armas es el vocero de la campaña terrorista para generar desabastecimiento de gasolina. A través del diario 2001, tratan de aterrorizar a la población, afirmando que en determinadas bombas, y publican una lista, no hay combustible. Martín de Armas es una persona de alta peligrosidad, a quien el alcohol y las drogas le llevan a acciones violentas, amparado además en el ejército de guardaespaldas que lo acompaña. Hace poco más de un mes, ese reptil agredió a una mujer chavista en un restaurante, simplemente porque la dama en cuestión defendía la gestión del gobierno y las conquistas sociales de los últimos 15 años. Muy paloteado, de Armas, sus esbirros y un pequeño grupo de borrachos que lo acompañaban, intentaron golpear a esa señora, que fue protegida por los trabajadores del establecimiento. Los hampones fueron detenidos y trasladados al Sebín, donde los soltaron al poco tiempo, a pesar de que cargaban cocaína. Los funcionarios se aterrorizaron ante las amenazas de de Armas y el supuesto poder que goza.

Por cierto, Nicolás Maduro fue bien claro al referirse al embustero titular de 2001. El pasquín afirma que “la gasolina la echan con gotero”, lo cual es absolutamente falso. “cochino y grosero” fueron los calificativos empleados por el Presidente para señalar la sucia conducta de la famiglia de Armas.

La oposición sigue con su estrategia de organizar guarimbas. Un pequeño grupo de malhechores trancó durante horas la avenida Libertador en Caracas, provocando el caos en buena parte de la ciudad. Como es habitual, los cobardes que manejan el orden público no intervinieron ni defendieron el derecho de los ciudadanos a desplazarse libremente. Simultáneamente, otro grupo, protegido por Emilio Graterón, trancó la Francisco de Miranda en Chacao, frente al Inavi. Estos desalmados, que causan pérdidas milmillonarias al país, pedían que les asignaran viviendas de inmediato. No sería raro que los otros cobardes, los encargados de entregar casas, atiendan a toda prisa a esos energúmenos, dejando por fuera a las personas decentes que tienen idéntica necesidad.

La salud privada está en manos de verdaderos hampones sin entraña. En su odio a las misiones oficiales, en prácticamente todas las clínicas de Venezuela se niegan a recibir imágenes en CD, que es la forma en que entregan los resultados en los Centros de Diagnóstico Integral. Lo insólito es que en los antros de imagenología de las clínicas hay carteles anunciando esa negativa, ante la mirada tolerante y corrupta de las autoridades, que permiten semejante crimen.

Mueve a risa las declaraciones de organismos vinculados al transporte aéreo, prometiendo acciones contra las aerolíneas por el precio de los pasajes internacionales. En febrero de este año, los boletos aumentaron en todas las líneas criollas y extranjeras que vuelan al exterior, en no menos del 300 por ciento. Por eso resulta ridículo que ¡ocho meses! después de la subida, un ente público hable de que piensa actuar. Dicho sea de paso, el estado está penetrado por esas empresas en los organismos que se supone controlan el transporte aéreo, que reparten dinero allá y logran mantener en indefensión a los pasajeros.

Para quien tenga dudas sobre la corrupción en los entes que deben controlar a las aerolíneas, un trabajo publicado en Miami señala las grotescas tarifas de los pasajes en Venezuela. Por ejemplo, un boleto ida y vuelta de Miami a Buenos Aires cuesta 1.430 dólares. Desde la chivera política latinoamericana a París vale 1.660 dólares. Pero por el boleto a Caracas, un vuelo de apenas poco más de 3 horas, los ladrones de las aerolíneas cobran 3.500 dólares, y 4 mil si es con una escala. Dan asco los funcionarios venales que ahora hablan de intervenir contra esas empresas, después de meses de tolerancia. De hecho, sin el menor riesgo se puede apostar a que ninguno de esos corruptos hará absolutamente nada.

1 comentario:

  1. "La inflación no es consecuencia de políticas erradas o de factores reales. Es simple especulación. Los empresarios, por móviles políticos desaparecen los productos aumentan los precios."
    nawebona. hay que ser bruto e bola para decir semejante babosada.

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