martes, 6 de agosto de 2013

Estatizar no es socializar o cómo un izquierdista "light" las adorna "bien bonita"


Por Francisco Sierra Corrales

Víctor Álvarez, quien pasó tristemente por la presidencia de la CVG, en donde conjuntamente con Carlos Lanz, como Presidente de CVG-ALCASA, pudieron hacer un buen y gran trabajo, pero hicieron como hacen todos los izquierdistas "light" o la izquierda materialista (Al final son los mismos), quienes de materialistas no tienen nada, al decir del Maestro Joaquín Trincado, son más bien “materializados”... Sigo: hicieron como hacen todos los izquierdistas (O “ex”) a quien Chávez les dio altos cargos, fueron a defender y conservar (Cuidar) los cargos y acoplarse a ellos; y no al revés, lo cual debería ser la función de un revolucionario, ir al cargo “a subvertir el orden y a cambiarlo todo” y por supuesto eso implica “chocar con muchos o con bastantes”, ya que “se pisan muchos callos”., pero optaron por meterse a “miss simpatías” o “sindicalistas”, cuando debieron imponer mano dura y disciplina y sobre todo cambio revolucionario que es una tarea ardua.
¡Ah, pero cuando tú vas a los cargos a ver que “te rebuscas” o piensas que esta es la gran oportunidad de salir de la pobreza, a la cual detestas y odias, y no quieres cambiar la pobreza sino el dejar de ser pobre tú, de manera individual, entonces se complican las cosas, porque todos esos cargos de la administración pública son campos minados!
Los adecos y copeyanos de antaño, en esos cargos se la saben todas, no porque sean muy inteligentes sino por la antigüedad que ya hasta dormidos saben manejarse “automáticamente”, ellos saben con quién te reuniste qué instrucciones estás dando, cómo la estás dando y para qué lo estas haciendo. Cuando tú vas, ellos vienen, porque ese es su terreno, y tú apenas estás llegando. Si ellos notan que estás guisando o quieres guisar, se percatan inmediatamente, y empiezan a tenderte la celada para que o seas un títere de ellos o simplemente te “ponen la piedra” para que te boten y venga “otro revolucionario” más manipulable.
Ahora no se trata de resolver el caso individualmente, ha debido haber un instructivo de desburocratización en el ámbito nacional, en todas las empresas, con el fin de ir cambiando la forma burocrática, arcaica y corrupta de la administración pública venezolana, instructivos y reglamentos, más o menos como los que hizo el Che Guevara en Cuba, pero para hacer eso se requiere ser un estadista revolucionario y no un charlatán o traidor, y fundamentalmente, debe existir la real y verdadera intención de hacer una revolución, de hacer una transformación, un cambio radical y no como Chávez que todo era “de la boca para fuera”. Pero dejemos a la historia, que mucho más temprano que tarde empezará a hacer su trabajo y poner las cosas en su sitio. 

Volviendo a Víctor Álvarez, a quien también Chávez le dio premio "al pensamiento crítico" y pasó con más pena que gloria por la CVG por queres cuidar el puesto, y pretender estar bien con Dios y con el Diablo, y lo agarró un grupo económico político que se ha adueñado de Guayana y que tenía en Chávez, por intermedio de su compadre Rangel Gómez, su mascarón de proa los cuales les dieron golpes hasta en la cédula, y tuvo que salir por la puerta de la cocina de la CVG. Eso les pasa a los tibios, a los oportunistas, a los que se tiran de "ni- ni".

Pero este personaje de marras, al parecer, parece que no ha cambiado nada desde que estuvo en la CVG, sigue siendo “guabina” y no “hablando claro”, y me voy a referir a un artículo que escribió con respecto al acto contra-revolucionario y de alta traición del Ministro de Alimentación Félix Osorio (Del grupo de militares de derecha que co-gobierna con Maduro) con respecto a Industrias Diana de Carabobo, la única empresa, o mejor dicho una de las pocas empresas de ensayos de control obrero que quedan, y exitosa de paso, desde el punto de vista de la producción, en donde el Ministro, en un acto para nada inocente, irrespetando a la cogestión y autogestión, que son de rango constitucional, “desde arriba” y en “paracaídas” mando una nueva junta directiva, en la cual me dicen que hay un elemento ligado al grupo de los Mendoza (Polar), que independientemente que sea cierto o no, la falla grave, repito, nada inocente, porque aquí todos sabemos en donde estamos parados y qué es lo que se juega en Venezuela, es haber nombrado una junta directiva, al margen y sin consultar con los trabajadores de Diana que tenían el control real y efectivo de la fábrica y su gerencia es exitosa. Esto no tiene otro nombre sino saboteo desde adentro, es una forma de implosionar, las experiencias exitosas de gestión no capitalista que son malos ejemplos para los capitalistas, porque en el fondo ni se quiere, ni se cree, ni les gusta el socialismo, a pesar que lo nombran, muy hipócritamente hasta en la sopa.
El artículo de Víctor Álvarez se llama “Estatizar No Es Socializar”, en donde pretende irse por la tangente (Y quiere que nosotros también nos vayamos por ahí), filosofando por las alturas, ante un hecho que es muy puntual y muy concreto, como es una labor de zapa en Aceite Diana.
Víctor Álvarez, empieza a filosofar sobre el socialismo del siglo XX, que de paso, yo no sé qué clase de socialista e “izquierdista” es este personaje, ya que incurre en errores básicos que demuestran una falta de cultura general y de estudio de las ciencias económicas, que vemos en los derechistas sobre todo el “matacura” e Ismael García, el Ledezma y otros de menor monta, quienes hablan de “capitalismo de estado”, que es el capitalismo monopolista de estado de corte Keynesiano, en donde el estado está al servicio del gran capital y administra sus riquezas y es colchón de resistencia de la clase obrera para que no se levante en contra de los burgueses (El estado de bienestar o socialdemocracia, hoy inexistente), queriendo referirse al socialismo burocrático degenerativo soviético. El capitalismo de estado es muy diferente y es otro fenómeno y proceso al socialismo burocrático degenerativo que tuvo su máxima expresión en la URSS.
Por otro lado este personaje, supuestamente un “intelectual de izquierda” tiene los mismos prejuicios con respecto al estado que tienen los burgueses, de ahí el título del artículo, aquí en comento, de diferenciar estatización de socialización, si el estado es socialista y toma las fábricas o la producción, obviamente que las va a socializar (debería, a menos que sea un farsante como estamos viendo en Venezuela), en el caso de aceite Diana, la producción estaba socializada, lo que pasa que un sólo palo no hace montaña, si fuesen 200 Dianas, y aun así tampoco se notara, aunque el peso fuese superior .
No, amigo Víctor Álvarez, no las adorne, el caso de Diana, es un acto de contra-revolución premeditada y no trate de adornarlas o disfrazarlas con filosofía.
QUÉ HACER
Evidentemente que este proceso, en gran parte esta traicionado, la traición está bastante avanzada, y esa traición comenzó con el mismo Chávez y se ha acelerado con Maduro, que esa es su función; pero es que no sólo es el caso venezolano, es el caso de los gobiernos centristas, de centro-izquierda (El de Venezuela es de Centro-Derecha), en Nuestramérica, que insurgieron a raíz del colapso del neoliberalismo fondomonetarista, casos como el “Caracazo” o el “Argentinazo” y las rebeliones indígenas en México, Bolivia y Ecuador y el movimiento de los sin tierra en Brasil, dieron origen a estos gobiernos denominados “progres”, pero estos no son la solución, son gobiernos de socialdemocracia tardías, que no resuelven los problemas de fondo de las masas y se requiere un giro más radical hacia la izquierda, hacia la comuna, de lo contrario resurgirá o “volverá” el neoliberalismo para desgracia de nuestros pueblos, que ya con los saqueos en diciembre 2012 en Argentina y con las inmensas movilizaciones en Brasil demuestran que esos gobiernos centristas no son la solución, y el caso venezolano quizás es uno de los más emblemáticos ya que con una inmensa fortuna petrolera no hemos salido del sub-desarrollo y lo que se han hecho son algunos pañitos calientes, reformismos, asistencialismo y la demostración más clara es el estrechísimo margen con que gana la supuesta revolución al neoliberalismo más ultroso, ultroso de derecha.
La pelea desgraciadamente, es en la calle, en contra del reformismo madurista que no es la solución a nuestros grandes y graves problemas y contra la derecha, para impedir que ella regrese que es peor, aunque no deberíamos conformarnos con el menos malo, sino que debemos buscar un camino tercero, una tercería.

¡VIVA LA COMUNA DE AMOR Y LEY!
¡VIVA EL COMUNISMO LIBERTARIO!
¡VIVA EL TRINCADO-SANDINISMO!
¡IGUALDAD ECONÓMICA  JUSTICIA SOCIAL Y LIBERTAD DE CRÍTICA, ESTAS SON LAS NUEVAS CONSIGNAS DE LA REGENERACIÓN DEL SER HUMANO!
¡VIVA LA COMUNA!

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