sábado, 31 de agosto de 2013

TLC, tiro de gracia a los colombianos


                                  Por   Hedelberto  López  Blanch

Las manifestaciones masivas que se han realizado en las últimas semanas en las ciudades colombianas están relacionadas con el grado de abandono y hambre que ha llevado a la población de ese país, el Tratado de Libre Comercio  (TLC)  firmado el pasado año con Estados Unidos.

Prácticamente no ha quedado lugar en toda la geografía del territorio andino que no haya sentido los efectos desastrosos producidos por el TLC, acuerdo que termina la obra emprendida por gobiernos anteriores de llevar al infinito el sistema neoliberal y de privatizaciones impulsado por Washington, el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El poco tiempo transcurrido han dado la razón a los analistas que predijeron que con la entrada en vigor del Tratado, el 15 de mayo de 2012, se aceleraría la fuga de capitales, la destrucción ambiental;  aumentaría la privatización de servicios esenciales como educación, agua, electricidad y salud;  se incrementaría la desigualdad y el trabajo precario;  se reduciría la producción alimentaria con la entrada de mercancías subsidiadas procedentes de Estados Unidos,  y,  sobre todo,  se perdería la soberanía económica  y  política  de  la  nación.

El esfuerzo por firmar ese pacto neoliberal comenzó con el anterior gobierno de Álvaro Uribe, quien convirtió su adopción en una verdadera paranoia, política que continuó el presidente, Juan Manuel Santos.
Las actuales huelgas, manifestaciones y bloqueos de carreteras han superado a las ocurridas los meses de febrero-marzo pasados y se han caracterizado por la masividad y combatividad llevada a cabo por campesinos, productores agrarios y sectores solidarios como los de la salud, el transporte y la educación.
En más de 25 departamentos, pequeños productores de papa, leche, café, cebolla y otros alimentos, detuvieron sus actividades laborales y salieron a protestar contra el daño que les ha hecho el Tratado de Libre Comercio, la entrega de grandes extensiones de terreno a las transnacionales mineras y la poca ayuda recibida del gobierno para tratar de subsistir.

Debido a las ventajas que otorga el TLC a las grandes compañías foráneas, con la consecuente baja de las producciones nacionales, el gobierno importa grandes cantidades de carne, pollo, leche, cebolla, café, arroz, maíz.

Entre los lugares que más se han destacado en exigir los justos reclamos, aparecen Boyacá, Nariño, Catatumbo Cundinamarca, Antioquia, Valle del Cauca, Santander, Norte de Santander, sur de Bolívar, Casanare, Arauca, Meta, Caquetá, Putumayo, Cauca, Nariño, Huila y Tolima.
Pero el  ‘democrático’  gobierno de Santos ha respondido a las demandas como su predecesor,  Álvaro Uribe,  es decir,  con la militarización de las principales vías terrestres  y  la represión policial  y  militar contra los movilizados.

Días antes del paro,  las autoridades lanzaron una fuerte campaña para atemorizar a la población,  y anunciaron por todos los medios de comunicación que ejecutarían un  “operativo contundente”  con el ejército  y  la policía para contrarrestar a los “revoltosos”.  Las amenazas resultaron ciertas pues han utilizado contra los participantes,  todo tipo de armas y gases lacrimógenos,  además de detener a dirigentes  y  manifestantes.

No es menos cierto que la represión,  la poca información en el país sobre las protestas y la prohibición a los manifestantes (por parte del ejército) de trasladarse de un departamento a otro para coordinar las acciones,  han logrado controlar por  la fuerza  la extensión de esa lucha.

Tras la vigencia del Tratado, hubo un desenfrenado aumento de las importaciones; se controlaron las inversiones y disminuyeron las producciones nacionales;  los mercados se llenaron de mercancías baratas provenientes del exterior,  todo lo cual impulso la ruina de los campesinos,  mineros,  camioneros  y  pequeños empresarios.

Pero expliquemos un poco el intríngulis del  TLC  entre Washington  y Bogotá. Sus 1.531 páginas, con numerosos acápites,  una vez aprobados,  se convirtieron en ley regida por lineamientos internacionales  y  por tanto ningún organismo del Estado colombiano tendrá derecho a aprobar algo que contradiga su texto (!).  Sólo el todopoderoso  Estados Unidos  podrá realizar modificaciones,  y  siempre  (las hará)  a su favor.

Asimismo,  al firmar el capítulo de Propiedad Intelectual,  Colombia se comprometió a regirse por otros cuatro acuerdos internacionales que favorecen la penetración y libre movimiento de las transnacionales estadounidenses en el país, sin tener que responder por reclamaciones ambientales,  despidos laborales  y  violaciones de derechos humanos.

Como resultado se incrementaron las llegadas de capitales foráneos en todos los sectores de la economía y la sociedad:  empresas,  bancos,  minería,  electricidad,  telefonía,  salud,  alimentos,  educación,  medio ambiente  (flora,  fauna,  agua).

A mediados del pasado mes de julio,  un informe oficial,  detallaba que en los últimos años se han privatizado el Banco Popular  y  el Colpatria;  casi todas las grandes y medianas industrias estatales;  las empresas eléctricas de Boyacá,  Pereira, Cundinamarca,  Santander,  Norte de Santander,  Meta  y  Termocandelaria;   la minería  e  inmobiliaria,  servicios de agua potable,  alcantarillado,  la salud,  seguros  y  educación…

A la par, se han entregado  -a precios irrisorios-,  grandes extensiones de terreno para la extracción de minerales,  construcción de hidroeléctricas con las consecuentes afectaciones a los pobladores originales  y  al medio ambiente.

Sabia resultó  la decisión de varios gobiernos latinoamericanos de oponerse, durante la 3ª. Cumbre de las Américas efectuada en Argentina,  en 2005,  a la llamada Área de Libre Comercio (ALCA) para la región,  que propugnaba Estados Unidos.  Y,  a la vista está,  lo nefasta que ha sido la aprobación de  TLCs  por parte de Chile,  Colombia,  Perú  y  otros gobiernos.


Quienes han salido perdiendo son los pueblos,  que hoy se levantan  mostrando en sus manos  sus reclamos.

viernes, 30 de agosto de 2013

Pedro Camejo ayer, hoy y siempre

Un conflicto en Yaracuy que involucra simbólicamente el nombre de un prócer humilde de nuestra Independencia, prefigura un camino y un cambio para los sectores sociales más débiles de nuestra actual sociedad
Por Ezequiel Meléndez

En los últimos días como ciudadano preocupado, en mi calidad de productor y como estudioso de la Agroecología, he visto de manera casual y luego más en profundidad, la realidad de la toma hecha a la empresa mecanizada Pedro Camejo, en Urachiche, estado Yaracuy en Venezuela. Toma que de alguna manera es activa, ya que los obreros y obreras de la misma han venido resolviendo los temas del día a día, han ido recuperando algunas máquinas de manera organizada y se han repartido las tareas que permiten avizorar de alguna manera, el CONTROL que mantienen por los momentos de manera positiva.

Todo lo anterior, en un escenario donde sus salarios han sido suspendidos igual a la cesta ticket. Asimismo sin los recursos (que como siempre) les niega la administración actual.  Todo esto con el ánimo de quebrar la lucha. Actitud que denota el espíritu “revolucionario y de negociación” que inspira a las “autoridades” que hasta la fecha dirigen dicha empresa, señores Ricardo Miranda y Laura Lorenzo.

La toma tiene mucho que ver con el manejo que desde hace mucho tiempo hay en dicha empresa y las irregularidades que allí se viven y que tuvieron el detonante al momento de retirar sin motivo alguno al señor César Álvarez e imponer al ciudadano Jesús Pérez (ficha política) quien fuera removido del INSAI y de manera automática se le ofreció el cargo de César Álvarez, quien venía manejando una gestión positiva y a todas luces aceptada por tod@s en la empresa y las comunidades campesinas.

Me comentaron los obreros en una entrevista que pronto colocaremos en la WEB, que la forma autoritaria en que fue impuesto Jesús Pérez, unido a su primera charla con los trabajadores derramó el vaso, ya que de buenas a primeras habló de “parasitismo”, en una empresa que debe responder por el mal estado de las maquinarias, pérdidas de materiales, venta de aceite irregular, etc...etc..., y de las cuales es evidente que era permitido o se hacían la “vista gorda”, expresión utilizada en Venezuela (esto es para los amigos de otros países que leen este documento) para no tomar en cuenta los problemas y dejarlos pasar.

La molestia acumulada y la evidente e injusta remoción, fueron el caldo de cultivo para la acción y ya para la fecha de hoy (29 de agosto 2013), debido a la falta de atención del ciudadano ministro de la cartera y otras autoridades, la opción de mantener el funcionamiento de la empresa por los trabajadores, ya se va perfilando en el horizonte. Algo que el presidente Nicolás Maduro ha reivindicado bastante y llamado CONTROL OBRERO.

¿Quién más que un obrer@ conoce del funcionamiento de una empresa? ¿Quién más que un obrer@ le toma el cariño indispensable a los diferentes elementos que componen a dicha empresa? ¿Quién más que un obrer@ puede trabajar aliado y con alegría con un productor o campesino en las diferentes parcelas? ¿Quién más que ellos se embraguetan con las tuercas, los tornillos y demás factores al reparar un tractor, vehículo o aparato? ¿Quién más vive el día a día al trasladar una cosecha a un sitio determinado, léase silos, agroindustria, empresa, etc.?

¿Puede un ingenier@ formado por el capitalismo y desde la comodidad de un aire acondicionado, desde un vehículo lujoso, desde las alturas, divorciado de la relación cotidiana con el campo, dirigir o ser sensible a las necesidades del productor o de los obrer@s? Además, muchas de esas personas “ejecutivas” van de cargo en cargo (y a diferencia de un trabajador o trabajadora que la mayoría de las veces no tiene más opciones), siempre están pendientes de una reunión, un futuro político, un cargo más elevado o un uso de recursos para el compañero tal o candidato cual, lo que evidencia el divorcio con la empresa. 

Sobre esto último hay ciertas situaciones que resolver y aclarar con relación a las maquinarias que son compradas, herramientas y dispositivos y verificar hasta que punto son útiles en el campo de trabajo. Sobre las semillas y  el uso de los recursos. Los viajes al exterior, etc.

¿Cómo se llama eso?: Auditoria en caliente por diferentes entes y cumpliendo las leyes.

Es difícil ejercer una buena administración cuando se impone el amiguismo, el nepotismo, el clientelismo y muchas prácticas criticadas a las dirigencias de otras épocas. Si realmente se quiere ser independiente en cuanto a la producción agroalimentaria, a la práctica de inclusión y al respeto a la Constitución se debe revisar lo que pasa en muchos lugares y empresas, como lo son lácteos Los Andes, Diana, Central Santa Clara y muchas más, donde el manejo de las mismas debe estar en manos de los trabajadores y trabajadoras con claros elementos de supervisión, control y de contraloría social, que permitirá dar pasos agigantados en diversos procesos de construcción de un país soberano en lo agroalimentario.

Por ahora y como ha sido siempre, los Directivos de la empresa acuden a la descalificación, a la mentira y a cualquier argumento leguleyo para “quedar bien” ante el partido o el ente que los contrato, perdiendo de vista la maravillosa oportunidad que la lucha de clases ha generado en este rincón de Venezuela.

La cosecha no se perderá, pues no se trata nada más de recogerla. Debemos recordar que una gran cantidad de la misma siempre ha ido a los silos de la Polar debido al descuido que ha existido por no haber cambiado el modelo de trabajo ni cumplir las exigencias del productor y campesino, tema que debido al interés y a la investigación, comentaremos en otra oportunidad con los “pelos en la mano”.

Un cambio para una nueva Directiva no resuelve los problemas, el Control Obrero de la empresa Pedro Camejo es el inicio de un proceso de crecimiento y de garantía de la unidad Obrero-campesina.

La Piedra, 29 de agosto 2013



jueves, 29 de agosto de 2013

Tribunales y democracia

Por: Boaventura de Sousa Santos.

Los estudios que he realizado a lo largo de los años sobre el papel de los tribunales en Portugal y otros países muestran que, desde la década de los 90, el protagonismo social y político de los tribunales ha tendido a aumentar en todos los sentidos. Este protagonismo es particularmente visible en el caso de los tribunales constitucionales y de los supremos con competencia constitucional. Las causas varían según el contexto, pero es posible agruparlas en tres grandes grupos: las transiciones políticas; la crisis de legitimidad de los otros órganos de soberanía (el poder legislativo y el ejecutivo); y la mayor conciencia de los derechos y de la violación de los mismos por parte de los ciudadanos, combinada con el mayor acceso al Derecho y a los tribunales.

Las transiciones políticas que determinaron el protagonismo de los tribunales fueron, obviamente, las transiciones de los gobiernos autoritarios a gobiernos democráticos y comenzaron mucho antes de 1990. A lo largo del siglo XX, se fue diseminando la idea -adelantada en Europa por el pionero Hans Kelsen en la Constitución de Austria de 1920- de que los gobiernos democráticos deben estar vinculados a la constitución por la vía del control jurisdiccional. Las transiciones democráticas más significativas fueron las que pusieron fin al nazismo alemán y al fascismo italiano, entre 1945 y 1949; al fascismo en Portugal y España, en 1974 y 1976, respectivamente; a las dictaduras militares en la América Latina de 1980; al comunismo de Europa Central y del Este, a partir de 1989; y al apartheid de Sudáfrica, entre 1993 y 1996.

La función de los tribunales en el control constitucional posterior a todas estas transiciones fue desigual. La inestabilidad política de algunas de ellas hizo que, por ejemplo, en Rusia, Boris Yeltsin suspendiese el TC por decreto en 1993 y que, en Argentina, Carlos Menem aumentase de 5 a 9 el número de jueces del tribunal supremo con el fin de garantizar una mayoría de magistrados cautelosos. En muchos otros casos, la función del tribunal constitucional contribuyó de forma importante a la consolidación de los regímenes democráticos. En la década de los 90, el Constitucional de Hungría era el órgano del Estado más respetado por los ciudadanos por haber garantizado la irreversibilidad de la transición a la democracia. En Sudáfrica, los líderes políticos Mandela y De Klerk que negociaron el fin del apartheid dejaron sin resolver, intencionadamente, algunas cuestiones políticas para que fuesen asumidas por el Tribunal Constitucional y, en la mayoría de los casos, el tribunal no se opuso a tal tarea.

El otro conjunto de factores que han dado un mayor protagonismo y visibilidad a los tribunales superiores tiene que ver con la omisión política o la crisis de legitimidad de los otros órganos soberanos: el poder legislativo y el ejecutivo. La omisión política puede resultar de callejones sin salida? para el Gobierno o la oposición, o de la falta de prioridades atribuida por ambas fuerzas a ciertas materias importantes para los ciudadanos reflejadas en la Constitución. Fue esta omisión la que llevó al Constitucional de Colombia, creado por la Constitución de 1991, a protagonizar una brillante jurisprudencia intercultural sobre los derechos de los pueblos indígenas que sirve hoy de modelo para toda América Latina.

La crisis de legitimidad de los otros órganos de soberanía puede estar asociada a la corrupción o a la creciente distancia entre líderes políticos y ciudadanos de la que nacen decisiones políticas irracionales e injustas, en lo que constituye una patente violación de los preceptos constitucionales. De una de esas crisis emergieron los tribunales italianos en la escena pública, en la década de los 90, cuando protagonizaron la mayor investigación criminal contra la clase política y empresarial de la Europa de posguerra. El proceso, conocido como Operación  Manos Limpias, afectó a cientos de personalidades del país.

Y el tercer factor del mayor protagonismo de los tribunales hace referencia al creciente conocimiento, por parte de los ciudadanos, de los derechos civiles, políticos, económicos y sociales; un saber que conlleva la idea asociada de que las violaciones de los derechos son injustas y deben ser penadas y reparadas. Para que estos dos conceptos impliquen una mayor visibilidad de los tribunales, deben producirse -aún- las siguientes circunstancias: 1) Que los tribunales sean independientes y que el Derecho procesal facilite el acceso a los mismos. 2) Que se corrijan las asimetrías en el acceso a los tribunales, ya que en nuestras sociedades tiene menos acceso a ellos quien más lo necesita. 3) Que un número significativo de magistrados sienta la pasión racional de contribuir a la democracia haciendo valer los derechos, aunque para ello tenga que correr algunos riesgos.  Enumero todas estas condiciones para mostrar que, por esta vía, el protagonismo de los tribunales no es  fácil. Pero lo cierto es que tal protagonismo se está exigiendo cada vez con mayor insistencia por parte de la sociedad. Y las razones de ello son complejas.

Primero, las agencias internacionales y ONG de ayuda al desarrollo nunca han promovido la lucha de los derechos para las clases populares por miedo a que esa lucha despertara los instintos socialistas que el “comunismo internacional” acabaría aprovechando. Sólo después de la caída del Muro de Berlín se produjo la transformación del acceso al Derecho y la financiación del sistema judicial en prioridad internacional. Terminado el peligro del “uso político” del acceso al Derecho, era preciso hacer de los tribunales una herramienta para satisfacer las necesidades de la economía de mercado.

Segundo, el giro neoliberal hizo que los gobiernos protagonizaran violaciones, cada vez más graves, del Derecho y de los derechos. Pero siempre que los tribunales han sido accesibles, los ciudadanos no han perdido su oportunidad. El ejemplo más notable de ello fue el el tribunal superior de la India, que ha ocupado un lugar privilegiado en las expectativas de los más vulnerables, aunque no siempre haya sabido responder a ellas. Recientemente, los tribunales brasileños también han tenido un papel importante en la efectividad de algunas políticas sociales, por ejemplo, en las sanitarias.

Y el tercer factor -tal vez, el más decisivo para los próximos años- es el inconformismo de los ciudadanos ante la eliminación de los derechos sociales y económicos mientras los medios de comunicación les cuentan todos los días cómo los ricos no dejan de acumular riqueza, incluso en época de crisis. La violación de los derechos pasa a ser vista, entonces, como el otro lado del secuestro de la democracia y los tribunales , y los tribunales como las instancias del penúltimo recurso antes de la explosión social.



Comentarios al anuncio de Maduro de solicitar una habilitante contra la corrupción. Segunda Parte


“La Democracia Contratista”
Por: Francisco Javier Sierra Corrales
Quizás el desarrollo exponencial de la corrupción que ha vivido la denominada quinta república, aparte de la falta de democracia interna y la ausencia de libertad de crítica y autocrítica, enmarcada dentro de un sistema interno de neo-caudillismo y culto a la personalidad que ha significado el chavismo (Ojo: Que no es lo mismo que “Bolivarianismo-Revolucionario”), específicamente y concretamente después del 15 de agosto del 2004, ya que antes, estamos ante el Chávez útil a la patria, el Chávez necesario para el país (Al igual que Páez antes de Carabobo), el desarrollo exponencial de la corrupción, aparte de lo dicho arriba, ha sido la representatividad inmersa en la “Ley de Contrataciones Públicas”, continuidad de las leyes burguesas de licitaciones, aparte de su representatividad contraria a la constitución, se agrega la elasticidad y excesiva permisividad para contratar obras y servicios y adquirir bienes por parte del estado, principal actor económico del país por ser el más “realudo”, inmerso en la referida ley de contrataciones públicas (Es un Decreto Presidencial producto de habilitantes de abril 2009 y septiembre 2010, en ambas fechas se hicieron sendas reformas parciales). 

Esta excesiva permisividad, aunada a la falta de transparencia y rendición de cuentas, que ya vimos en la primera parte, todo esto derivado del culto a la personalidad y la ausencia total de libertad de crítica y autocrítica, han hecho que en Venezuela insurja una nueva clase burguesa, que medra alrededor del poderoso “papá estado venezolano” tan odiado en el verbo por la burguesía, pero tan chuleado y vivido por ella. Su riqueza se la debe al odiado, “ineficiente, corrupto y burocrático estado”. Lo que implica que estamos ante una burguesía parasitaria, al decir de Theotoño Dos Santos, economista Brasilero,  una “Lumpem burguesía”.
Esta nueva burguesía contratista y fronteriza con el delito (El dólar “permuta”, según Alí Rodríguez), es la denominada boliburguesía, aunque yo difiero de quienes dicen que es una “nueva” clase burguesa, y algunos son tan dogmáticos y poco originales y repetitivos que recitan los libritos de viejos izquierdistas, de la época, en contra de CAP I (1974-1979), entre ellos el más lucido fue Domingo Alberto Rangel, y hablan de una “burguesía emergente”. Yo difiero de esa tesis de “nueva” o “emergente” burguesía, ya que la mayoría de la boliburguesía  (Contratistas o chuleadores de dólares), son burgueses o contratistas de vieja data. Ya lo eran con adecos y copeyanos, quienes cambiaron de pelaje y se pusieron la cachucha colorada.
Esta segunda parte para mejor explicación, como se refiere a un acto de la administración pública como son las contrataciones en sus diversas formas, y su entorno y contorno, en donde entran la privatización de las obras públicas, la ausencia de un presupuesto clásico, los planes de la patria... son meros rosarios de intenciones, pero no son un plan nacional en sentido clásico; lo que conlleva a que los contratos sean asignados, prácticamente “a dedo” y “a ciegas”, sin un plan preconcebido, desde el nivel central, hasta para las pequeñas obras y hasta obritas. De allí el nombre de “democracia contratista”, y sobretodo, lo más grave para el país lo carero y sobreestimación del costo de las obras de los contratistas privados, que por falta del estado tener un aparato propio de obras públicas precisamente producto de la privatización de las contrataciones, prácticamente, por ahí se desangra el presupuesto de la nación, por ahí se desaguan las arcas de la república, por lo carero y especuladores que son los contratistas privados, quienes para todo abultan los precios, aunado a este sobreprecio, el sobreprecio más caro de todos, el de la corrupción (Montos altísimos pero inestimables), hacen que en obras insignificantes se gaste un realero del presupuesto que su costo real seria de hasta cuatro y cinco veces menos.
Dividiremos esta segunda entrega en Cuatro (4) Capítulos, siendo el primero la naturaleza burguesa y la permisividad exagerada de la ley de contrataciones públicas; La Privatización de las Obras o como Volver, e ir Más Allá, de Hacer Pública las Obras Públicas, sería el segundo, el tercero es Un Plan de la Nación de Verdad para Impulsar la Publicidad  de las “Obras Publica” (En sÍ no son obras públicas, son obras del estado asignadas a contratistas privados “amigos”); y el cuarto y último es Por la Creación de un Sistema de Obras Públicas Bolivariano, por supuesto inmerso dentro de un plan de la nación.
I
LA SELECCIÓN DE CONTRATISTAS TANTO EN EL PUNTOFIJISMO COMO ACTUALMENTE, SON DE LA REPRESENTATIVIDAD
En la era del puntofijismo, cuando el alto  gobierno, como los regionales y el municipal, hablaban de procesos de licitación queriéndose desligar de las asignaciones en buena pro de contratistas amigos, afines y financistas de ellos mismo y su partido político, queriendo, no sólo desligarse de esas “asignaciones en buena pro”, sino simular, presumir transparencia, imparcialidad, honestidad, rectitud y sobre todo profesionalismo, alegando que el proceso licitatorio era algo netamente “técnico”, inmediatamente dijimos “algo podrido huele en Dinamarca, y vamos a averiguarlo”, como Sherlock Holmes. Y empezamos a estudiar la ley de licitaciones de la era puntofijista de la cual guardo un ejemplar, por cierto bien subrayado producto de aquella investigación que data de principio de la década de los 90; y llegamos a la conclusión que esa era una ley de la naturaleza demócrata-burguesa, representativa; como es el caso que se elabore un objetivo terminal, es decir una obra, servicio o bien, con todos sus detalles, etapas, montos, etc.; que en aquella época se denominaba “pliego de licitación” y hoy pliego de condiciones y sea sometido a consideración por una comisión de “técnicos” quienes otorgan el contrato o la “buena pro”; este procedimiento, repito, no tiene nada que ver con la democracia directa, con la democracia participativa y protagónica, en la cual en todos esos contratos de interés colectivo, el pueblo debe ser actor, debe ser partícipe.
Que conste que estamos hablando de la ley de licitaciones de la democracia representativa que en un análisis comparativo que le he hecho con su sustituta, la actual ley de contrataciones públicas, esta última resultó ser más permisiva o tener menos controles que aquella, aparte de ser ambas de naturaleza representativa y no participativa. Quizás una de las principales diferencia. Existen otras pero no es el motivo de este articulo, ese análisis lo dejaré para una artículo más técnico-jurídico, que no es este precisamente, una de las principales diferencias, repito, es la exagerada permisividad o discrecionalidad del ente contratante tanto en los montos como en las excepciones para hacer adjudicaciones directas, es decir “a dedo” sin los mecanismos de control, que vuelvo y repito -y repetiré hasta el cansancio- no son de la naturaleza de una democracia participativa y protagónica, en donde en algo tan vital como es el otorgamiento de contratos de montos súper-millonarios y de obras vitales, en la cual debe (¡debería!) estar muy interesado la comunidad y el país; no obstante su otorgamiento obedece, en el mejor de los casos a una clandestina y secreta comisión “técnica”, en donde el pueblo no sabe específicamente y con lujo de detalles, cómo son los pormenores de la obra, servicio o bien a adquirir, los montos y calidad de la obra, y sobre todo, el costo de ella. Eso se decide en un cenáculo; esa actitud no es digna de una democracia participativa y protagónica, sino típica de una democracia burguesa.
Con respecto a los detalles de las obras, para poner el ejemplo de estas, ya que igual es válido para la prestación de un servicio como para la adquisición de bienes, su proyección, sus costos, el tiempo de ejecución y demás detalles y posibles escenarios que en su discurrir puedan devenir, ha de suponerse que un estado serio, como debe ser el bolivariano, debe tener universidades, en donde se tiene el concentrado de lo más avanzado de la ciencia, en específico de la ingeniería en todas sus especialidades; y se le enseña a las nuevas generaciones, que de no tenerlo para eso existen los petrodólares (No para negociarlos criminalmente en un mercado negro), para traer los mejores profesionales y profesores del mundo, además del caudal de conocimiento y archivo experimental que debe tener un estado,. Elementos estos suficientes para dictaminar, por ejemplo si es un ferrocarril de este a oeste del país o es una autopista de Barcelona a Santa Elena de Uairén, en la frontera con Brasil o es la creación de un complejo siderúrgico, o es un área determinada para hacer una zona económica especial agropecuaria. Se debe tener, sigo, el personal técnico suficiente para hacer el proyecto o los planos y los cálculos de sus costos, los materiales que se requieren y el personal, así como su coste, las etapas y los posibles escenarios que se puedan dar en el transcurso de su ejecución; aparte que la obra, debe estar inmersa en un plan de la nación, que no debe ser el denominado plan de la patria que no es un plan en sentido clásico, sino un rosario de intenciones, muchas de ellas muy buenas, pero que no es un plan de la nación en sí. Pero de eso hablaremos más abajo; aparte que un estado socialista, como lo es el estado social de derecho, en contraposición al estado neoliberal, que es el único existente hoy en día.

(El estado de bienestar social murió, lo “mató” el neoliberalismo, la mafia financiero-militar dueña del mundo), y por supuesto contrario a él; debe (¡debería!) ir echando las bases del socialismo. En este caso sería, ir creando las empresas o los nuevos medios de producción con capacidad suficiente para hacer esas mega-obras, esas obras y esas obritas, por ahora, después de catorce (14) años de gobierno bolivariano, por lo menos las obras y las obritas, ya la deberían hacerlas el estado directamente por medio de un personal muy competente ligado a las universidades públicas y a la ciencias de la academia en sus ramos respectivos o empresas del estado o empresas co-gestionadas o autogestionadas y de producción social o colectivas, todas estas opciones de rango constitucional y todas las obras, servicios y bienes, sometidos a un interpelante debate público y su otorgamiento hecho en actos públicos televisados al vivo.
Recalco aquí lo constitucional, porque en la época del puntofijismo, cuando uno alegaba mecanismos de transparencia y participación alternativos a las licitaciones y de participación popular, inmediatamente saltaba un adeco o un copeyano, y le decía a uno “Vas a tener que esperar que el loco del Chávez llegue al poder y entonces hacer tu bendita constituyente y así sí puedes imponer la transparencia y la participación popular”. Y agregaban los desfachatados y envalentonados puntofijistas, “Pero ahora se hace como decimos nosotros que somos democráticos y existe una democracia”; ahora lo más lamentable de todo este drama real, aparte que esos mismos adecos hoy son o han sido los “grandes chavistas”, y han co-gobernado el Estado Bolívar; primero con Rojas Suárez y ahora con Rangel Gómez, hablo con propiedad y con conocimiento de causa por Guayana, pero esto no es lo más lamentable, lo más lamentable y triste, vuelvo, es que se hizo una nueva constitución de corte socialista y anti-neoliberal y se sigue implementado el método anglo-sajón y representativo de la licitación así se llame hoy en día “concurso abierto” o “concurso cerrado”; pero esto es motivado a que en Venezuela por falta de una vanguardia revolucionaria y por el culto a la personalidad, en donde se priorizó la lealtad a esa persona y no a los principios bolivarianos revolucionarios y socialistas inmersos en la constitución, una macolla se apropió del estado venezolano, y hoy, esa macolla es más poder que nunca.
Como conclusión podemos decir a este primer punto, que es menester cambiar la ley de contrataciones públicas que es la misma ley de licitaciones de la democracia romulera, para escoger modalidades, quizás métodos seria una palabra más apropiada, de otorgamiento de contratos de obras, servicios o bienes, más participativos y protagónicos, en donde estén las comunidades y sean públicos, en televisión al vivo y directo, y por supuesto sean producto de un plan de la nación verdadero y no de un rosario de (buenas) intenciones, en donde exista un estudio profesional y serio de costos y las diferentes vicisitudes para su ejecución, que con base en ese estudio conclusivo (proyecto), se otorgaría la buena pro del contrato, en un acto público, repito, televisado y al vivo; pero esto es asunto de letra de ley, que si bien es importante, no es decisivo y de eso sabemos bastante los venezolanos, dado que tenemos una constitución del siglo XXI pero en la práctica, en lo cultural y psicológico, nos seguimos rigiendo por la constitución puntofijista del 1961, aunque nombrando la palabra “socialismo”, “bolivarianismo”, “revolución”, “participación”, etc., hasta en la sopa, pero el cambio de la letra de la ley, no es lo esencial, aunque sí es muy importante, como el desarrollar las fuerzas productivas hacia la comuna y quizás el primer paso que deberíamos hacer hoy en día en esa dirección es volver hacer públicas las obras públicas, ya que el puntofijismo en su última etapa (1983-1999), a pesar de sus orígenes keynesiano o socialdemócrata y socialcristiano, después del “viernes negro” (Febrero 1983), sin cambiar la constitución y sin consultarnos con nadie se “convirtió” en neoliberal privatizó las obras públicas. Corresponde hoy desprivatizarlas, pero ese es el siguiente punto.
II
VOLVER HACER PÚBLICAS LAS OBRAS PÚBLICAS E IR MÁS ALLÁ
El Keynesianismo, el estado de bienestar burgués, el nuevo contrato roosveliano, la socialdemocracia, todas estas denominaciones, aunque cada una de ellas tiene su especificidad, todas tienen algo en común y nacieron juntas en una misma época y por la misma causa; nos referimos al estado nor-atlántico (USA, Canadá y Europa), después del triunfo de la revolución bolchevique que dio origen a la URSS. Para impedir que los obreros abrazaran el comunismo bolchevique del momento, aunado a la crisis capitalista de pos guerra, se creó un sistema, para conservar al capitalismo, pero que implementó una serie de medidas socialistas favorables a los trabajadores y al pueblo pobre en general; por ser su autor el economista Ingles John M. Keynes, se le llamó el keynesianismo pero también se le denomina “estado de bienestar”, “nuevo contrato roosveliano” y la socialdemocracia, aunque tiene otro origen, pero en contraposición al comunismo bolchevique, de donde nace, adoptó este sistema en Europa que fue su área de influencia y ella forma parte de ese tinglado anti-bolchevique, este estado da limosnas a los obreros, al decir del Maestro Joaquín Trincado, esto es caridad, esto es baldón, este es el célebre diezmo, justicia es la ley y la justicia es la comuna de amor y ley, un mundo sin fronteras ni parcelas. Los marxistas denominaron a este estado keynesiano “Capitalismo Monopolista de Estado” porque aunque mantenía el capitalismo, sobretodo al gran capital, al capital monopolista, ya imperialista, pero fortalecía al estado para que este administrara en nombre del gran capital la renta publica y le diera beneficio a los obreros para que no se rebelaran en contra del sistema y adoptaran el comunismo, también el estado se encargaba de aquellas obras publicas que no eran rentables o que implicaban un cuantioso gasto y no generaba ganancia en lo inmediato y ningún capitalista quería hacer, eso lo hacía “papa estado capitalista”, con el dinero de todos y de las riquezas del país, al servicio de los imperialistas, este estado rompe con el capitalismo liberal clásico que era el dejar hacer y dejar pasar, en donde todo quedaba a un supuesto, e inexistente, libre juego de oferta y demanda, todo quedaba a “la mano invisible”, el estado no tenia que meterse en nada; y ese es el merito de Keynes para salvar al capitalismo, un poderoso estado, pero al servicio, por y de los capitalistas grandes, los monopolios, de los imperialistas.
El puntofijismo y eso queda explicito en la constitución del 1961, es un estado Keynesiano, por supuesto adaptado a un país de capitalismo dependiente y sumiso del Imperialismo Yanqui, aparte de eso, desde Gómez, rentista parasitario del petróleo y corrupto, adecos y copeyanos no eran neoliberales, ellos se convierten en fondomonetaristas es a partir de febrero de 1983 con Luis Herrera Campins, al final de su mandato y ratificado y consolidado de allí en adelante hasta su caída formal en 1999 (Psicológicamente sigue imperando); por Lusinchi en 1986, en México, en donde sirvió de esquirol y rompe-huelga a un “club de deudores” que estaban conformando los países Latino-Americanos, con el apoyo de Fidel Castro de Cuba, cuando dijo que el si pagaba la deuda externa porque “La botija estaba full”, aunque después como buen adeco irresponsable y “yo no fui” ante la historia dijo “me engañaron”. Es bueno adicionar, aunque me salgo un poco del tema que ellos se vuelven neoliberales sin hacer una constituyente o reformar la constitución ni siquiera consultarlo con sus bases y mucho menos con el país, de la noche a la mañana les entró el demonio del fondo monetario internacional y el banco mundial y se “convirtieron”.
Debo aclarar que este “estado de bienestar” fue desmantelado por el imperialismo yanqui, sus súbditos y lacayos cuando fue definitivamente controlada y superada el peligro del comunismo soviético en el mundo, aunque la fecha formal de su caída es el desplome del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, este ya se veía venir desde finales de los 70 y principio de los 80, una vez vencido el obstáculo de la URSS, el imperialismo se dejó de delicadezas y contemplaciones y mandó para el carajo bien lejos al susodicho “estado de bienestar” y creó un estado de superexplotación y bonapartista (Militarista, fascista), denominado el neoliberalismo, el desplome de la URSS y la teoría del “fin de la historia” contribuyeron amplia y notablemente a desmantelar los remanentes de keynesianismos existente en todo el mundo; Venezuela, por supuesto, jamás y nunca podía ser la excepción.
Todo lo anterior para ahorrarnos detalles en decir que hasta mediados y finales de los 80, la partidocracia puntofijista tenía un parque industrial y de obras y servicios (Tractores, camiones volteos, cuchillas, pay-loder, aplanadores, regadoras de agua y asfalto, etc., etc.), aparte de tener un personal tanto de profesionales como obreros, que hacían no sólo la labor de mantenimiento de la infraestructura del país, soy de una ciudad de provincia y no obstante en el viejo MOP (Ministerio de Obras Publicas, cuyo nombre debería readquirirse) de Caldera I y CAP I, LHC, hasta Lusinchi, de Ciudad Bolívar, uno podía ver filas de volteos de camiones y demás vehículos de obras, construcciones y mantenimiento de infraestructura que se perdía de vista, a pesar de ser un Estado de segunda, en aquella época; todo esos equipos, vehículos y bienes fueron desmantelados criminalmente por el adeco-copeyanismo y su personal despedido; muchos de esos bienes y equipos fueron transferidos a precios de gallina flaca o meramente choreados a “nuevas empresas de obras” de carácter privado que se formaron en la zona y en todo el país. Todo ese desmantelamiento de lesa patria se hizo para privatizar las obras públicas por el discurso falso y estafador del neoliberalismo de que el estado no podía ser empresario ni constructor y había que combatir el gigantismo inútil del estado todopoderoso, burocrático e ineficiente; no hace falta decir que aquí que la humanidad ya conoce y sabe por sufrimiento en carne propia de la falacia de ese discurso neoliberal; precisamente el chavismo (Que hoy en día no traduce “bolivarianismo-revolucionario”), es producto, al igual que los gobiernos denominados “progres” surgidos en Nuestramérica es producto de ese fracaso estruendoso de la teoría neoliberal; estamos hablando de Brasil, Nicaragua, Uruguay,  El Salvador, Argentina, Bolivia y Ecuador.
Como conclusión a este segundo capítulo  de volver a la publicidad de las obras públicas, podemos decir, que aunado a la reforma de la ley de contrataciones públicas, o mejor dicho, para ser más precisos y exactos, su adecuación a la constitución bolivariana de 1999; el estado debe volver a ser el estado constructor de obras públicas e infraestructura del país y de mantenimiento de las ya existentes y de las por venir, eso implica que el Ministerio de Obras Publicas debe tener materiales, bienes, equipos, vehículos de construcción y supervisión, aparte de un persona para la ejecución de esas obras, en donde se incluya técnico y científicos, apoyados e inducidos por las universidades públicas quienes deben cumplir su rol y fin para lo que fueron creadas de los contrario el estado debe quitarles el presupuesto y/o cerrarlas y crear otras nuevas universidades e institutos de investigación y o contratar personal internacional especializado; para que esas obras cada día adquieran mas perfección (Calidad), igual con su personal y los instrumentos o medios de producción.
Pero volver hacer públicas las obras publicas, no es una consigna revolucionaria, de quedarse allí estaríamos impulsando una socialdemocracia tardíamente, régimen inexistente y sin referente global y desaparecido por el imperio de la globalización neoliberal, se debe ir mas allá para llegar a la comuna, verdadero régimen de igualdad económica, justicia social y libertad de crítica.
Se debe ir mucho más allá, el MOP debe ser la madre paridora de muchas empresas, primeramente co-gestionarías, luego autogestionarias y mas allá empresas de producción social o producción comunitaria, una nueva forma de organización empresarial con personalidad jurídica reconocida por la ley, que superen a las muy limitadas y minusválida cooperativas, a las que el capitalismo imposiblemente les permite crecer y desarrollarse, de allí su estancamiento y próxima desaparición, en donde las utilidades netas, una vez deducidos los sueldos de todos los trabajadores (Son socios y trabajadores, obreros y patronos al mismo tiempo) de la empresa comunista, sean una parte para su mantenimiento y perfeccionamiento, otra parte para su plan anual de obras y otra parte para el estado todopoderoso, justo, libertario y no de limosnas y caridad al pueblo, el célebre diezmo socialdemócrata.
Este tipo de empresa se le ha pedido hacer a la mafia que controla el poder judicial y la administración de justicia, mafia esta que contó con la bendición de Chavez, hasta su ultimo respiro (Yo se que por decir esto el alcahuete consciente existente, me maldecirá, pero a la historia no la podrán maldecir, ella se sobrepondrá y llamará al pan, pan y al vino, vino); esta mafia, repito, la cual no solo incluye los aparatos de justicia y sus operadores sino la doctrina y las ciencias jurídicas y administrativas, ellos son los dueños del derecho y de las ciencias administrativas, pero esta macolla no solo no ha elaborado un proyecto de ley para este tipo de empresas sino que las ha saboteado hasta más no poder; bueno cuando logró impedir con sobrado éxito, que el control obrero, los consejos de trabajadores, las tomas de fabricas y el subsidio al desempleo que tienen rango constitucional porque son de la naturaleza de lo social, la cogestión y la autogestión, se incluyeran en la ley del trabajo; cuanto nomas pararan con un exitazo espectacular garantizado por descontado, en detrimento del país y de la humanidad, una empresa de la naturaleza del comunismo.
Pero la adecuación constitucional de la ley y volver a la publicidad de las obras publicas con maquinarias, equipos, vehículos, instrumentos de trabajo y personal del MOP, o sea, del estado bolivariano, para ejecutar las obras por cuenta propia, aunque son unos pasos de gigantes, tampoco son suficientes para llegar a la Nueva Jerusalén, entiéndase, la comuna. Se requiere un Plan de la Nación de verdad, un plan sextoanual clásico, en concreto con obras, metas y trayectoria de desempeño y no un rosario de intenciones, en donde aparecen algunas ideas, muy buenas, pero que no reúnen las condiciones de los que es un plan verdadero; en donde se programen metas de desarrollo de las fuerzas productivas, metas de la soberanía alimentaria, metas de la soberanía industrial, de desarrollo endógeno, desconcentración y de nueva geometría del poder, en otras palabras metas hacia o a la comuna; pero esto será el próximo capítulo.
III
UN PLAN DE LA NACION DE VERDAD, VERDAD DE SOBERANÍA POPULAR Y NACIONAL UN PLAN PARA LA COMUNA.
Un plan de la nación de verdad, verdad, se compone, primero de una exposición de motivos o justificación del plan sustentada en un profundo análisis de la caracterización del momento, luego la exposición del plan a largo, mediano y corto plazo tanto nacional como regionalmente, en donde se especifican las obras, comenzando por las mega-obras y luego las obras medianas; pero las obras son obras de verdad, verdad, no ideas genéricas; eso es, en líneas generales y muy someramente lo que es un plan de la nación en sentido clásico, y eso es precisamente lo que no son los planes de la patria, me refiere al plan Simón Bolívar I (2007-2013) y el Plan Simón Bolívar II (2013-2019), los cuales no son unos planes de nación en sentido clásico, son ideas maestras de lo que se debe hacer, pero eso no es un plan plurianual.
Dentro de un plan nacional, aparte de las mega-obras, como el ferrocarril de norte a sur y este a oeste e internos en las regiones (Los Andes, Zulia, Llanos Occidentales, Centro-Occidente, Llanos del Sur y del Esta, Oriente parte costera o norte y petrolera o sur, Guayana, el Centro y Capital), que requieren sus ferrocarriles, incluyendo en lo interno de sus principales ciudades Caracas, Maracaibo-Cabimas, Valencia, Barquisimeto, Maracay, Barcelona-Puerto La Cruz, Ciudad Bolívar-Ciudad Guayana, Maturín, Cumana, San Cristóbal, Mérida, Valera, Boconó, Trujillo, El Vigía, San Antonio, Barinas, Guanare, Acarigua, Carora, Coro-Punto Fijo, San Felipe, Valle de la Pascua con El Tigre y Anaco y por supuesto Caracas, que es la más se asemeja a un sistema de transporte colectivo integral y ecológico como el metro y La Guaira; aparte de la vía férrea que las hoy quebradas General Motors y Ford, y por ello la ciudad de Detroit se ha declarado en quiebra y los vehículos en todas partes del mundo en baja y vendiéndose a precio de regalado, menos en Venezuela, por la instauración de una chorocracia entre gobierno y empresarios vendedores de carros ladrones, vías férreas que las gigantes Detroianas del automóvil quebradas, no sólo sabotearon e impidieron, en Venezuela cuando tumbaron a Pérez Jiménez (Uno de los fines de SIDOR era hacer los rieles del tren nacional), sino que lo hicieron en la propia sede del imperio, aumentando la contaminación, los retardos y los accidentes, pero eso en el capitalismo no importa, es irrelevante, lo importante son los negocios. No sólo las vías férreas sino autopistas y carreteras, sobretodo en las zonas rurales y en las fronteras en donde no se pueden tener rieles para poca personas; y puertos y aeropuertos, en el Estado Sucre, en Puerto Píritu, entre Higuerote y La Guaira debe hacerse otro gran puerto, igual que para occidente entre Puerto Cabello, que debe ampliarse, y Falcón, así como debe terminarse el puerto de Maracaibo, Puerto América, no está demás decir que para Caracas se requieren uno o dos aeropuertos igual que para las principales ciudades del país, como Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana, aeropuertos fuera del área urbana y zona aledañas despejadas por seguridad; pero no es solo la infraestructura de transporte, rieles, carreteras, puertos y aeropuertos sino la infraestructura agropecuaria e industrial; deben hacerse zonas especiales campesinas, en donde se cultive para todo el país (Para 30.000.000 de habitantes, por ahora, con miras a 50 millones dentro de 20-30 años) y de una forma en armonía con el medio ambiente desechando las semillas transgénicas, en donde los Estados Apure, Guárico, Portuguesa, Barinas, Cojedes, Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro, jugarían un rol de primera línea igual con la industria; igualmente se debe desarrollar la agroindustria, en estos mismos estado e industrializar el petróleo y el hierro.
Tendría que usar el doble del espacio que he escrito hasta ahora, para mencionar las obras y acciones muy concretas (no ideas) que debería contener, quizás menos del 50% de un plan plurianual de la nación; y Venezuela con Chávez desde el 15 de agosto del 2004 tuvo todas las oportunidades del mundo, para que muchas de estas mega-obras, algunas, después de casi 9 años, estuviesen por concluir o bastante avanzadas y muchas ya ejecutas y en disfrute para la mayor suma de felicidad, dado que entraron -nada más por concepto de la renta petrolera- más de 400 mil millones de dólares, pero se actuó con irresponsabilidad y sin sentido de patria, sin sentido de historia sin sentido de grandeza, se actuó individualistamente; pero la historia será implacable con la traición, ella no perdonará nada.
Desde aquí le hago un llamado al PCV, al Movimiento Tupamaro, al PRT y demás partidos que se identifican como de izquierda y son marxistas, así como a la academia de ciencias económicas, que no han tomado cartas en un asunto tan importante y de su total incumbencia, para que insten al gobierno a presentar un plan de la nación de verdad y que este plan de la nación sea sometido a referéndum ante el país, para que sea ampliamente discutido, en donde intervenga toda la patria, y en ese plan no sólo se describirán tanto las mega, grandes y medianas obras, sino su proyección en costo y los posibles escenarios que en su hechura puedan ocurrir.
En la tercera, próxima y última entrega hablaremos del Procedimiento Anti-Corrupción (Policía, Fiscalía, Tribunales y Sistema Penitenciario anti-corrupción), en donde la Fiscalía y la Contraloría General de la República actuales, aplican un procedimiento muy light, apto para que al corrupto no se le toque ni un pelo, que prácticamente han despenalizado, de hecho, o descriminalizado el delito de corrupción; y por último, unas muy breves y sucintas conclusiones en donde diremos por qué sucedió todo esto y cuáles serian los posibles correctivos.

miércoles, 28 de agosto de 2013

«Sebastiana sin secretos» o la Gorgona noticiosa de Quinto Día


El periodismo de farándula en el ámbito de la política o cómo Sebastiana sin Secretos nos revela la falta de ética periodística en Quinto Día.

Por La Guarura Impresa

Suponemos que la inexistencia de profesionales respetuosos del trabajo comunicacional y que se adscriban a la línea editorial de Quinto día, debe reportar una difícil traba a la hora de contratar personal en esta fuente periodística que tiene como eslogan cuasi religioso: "Semanario de los Nuevos Tiempos"…

Si alguna duda pueda tener alguien sobre esa realidad – y si tiene estómago para ello− paséese por los escritos que la "periodista" Sebastiana Barráez Pérez produce para este semanario.

Si bien es un hecho público y notorio que nuestras universidades adolecen de miles de limitaciones para que sus egresados adquieran un mínimo de competencias en materia lingüística –incluso para aquellos que se vinculan con áreas comunicacionales como lo son los periodistas− la brecha de ineficiencia e ineficacia aumenta cada día más, en materia de consolidar en un profesional de esta área, el ejercicio continuo del respeto hacia cualquier ser humano de su entorno, que de un modo u otro se vincule con su labor informativa.

Barráez Pérez ignora la cohesión sintáctica y semántica de la estructura textual y oracional de sus "aportaciones periodísticas"; de modo tal que para leer sus escritos hay que hacer un verdadero ejercicio inferencial que tome en cuenta sus precarias habilidades lingüísticas. Quizás sus profesores de cátedra consideraron aquello de que "por el camino se enderezan las cargas", sin advertir que sólo quien experimenta compromisos con una tarea esencialmente humana, puede ejercer la práctica continua del mejoramiento de habilidades, y en consecuencia, el logro de niveles de desempeño no sólo satisfactorios profesionalmente hablando, sino también con gusto y deleite por la producción de lo creativo, que es la base evolutiva que garantiza el verdadero proceso humanizante del trabajo.

La lógica de actuación de estos "profesionales de los nuevos tiempos", parte en la mayoría de los casos de una gramática desastrosa que violenta la sintaxis del español venezolano, pero tiene su máxima manifestación de decadencia en un comportamiento deliberadamente farandulero, en la medida en que en sus producciones sólo alcanzan el nivel del efectismo noticioso, el cual se sustenta, justifica y ejecuta a partir de una práctica sediciosa y deshonesta hacia las personas a quienes asume como fuentes informativas para estructurar sus tramas periodísticas.

En las fauces de este tipo de gorgonas noticiosas cayó nuestro compañero Freiman Páez, cuando esta trabajadora de la noticia dedicó, en un primer momento, una gacetilla de corte deliberadamente amarillista, frente a la cual Freiman  protestó firmemente, y a la que «Sebastiana sin Secretos» responde publicando la transcripción textual de una grabación telefónica a través de la cual ella contactaba a Frieman. Esta publicación  −digna de alguien que se anuncia con tal epíteto en una columna periodística, y que se siente amparada en "lo profesional" −entiéndase título universitario− confirma la mala intención y el efectismo mediático de la mencionada "profesional de la noticia" y de su perspectiva de percepción. Percepción, sí, porque la observación es un proceso muy complejo que no tiene espacio en este tipo de escritos farandulescos, en virtud de que lo habilitaría para ejercer actividades de identificación, contraste, clasificación y categorización que reclaman procesos cognitivos más complejos, que este tipo de escribiente no puede ni siquiera imaginar en su ejercicio "periodístico".

Y la percepción gorgoniana del periodismo de farándula que pretende incursionar en lo político es, definitivamente, un mal del siglo veintiuno, un veneno que ha dejado petrificado a más de un desadvertido lector, y en el peor de los casos, a algún desprevenido informante que cree aún en la decencia de la comunicación mediatizada.

No contenta con tergiversar la información que le proporcionara el compañero Frieman Páez, en su práctica gorgoniana de la comunicación, «Sebastiana sin secretos» publica, como ya se señaló, la reproducción textual de una conversación de contacto que efectuó con el mencionado compañero, pretendiendo dar razón "objetiva" de una conversación que no fue concertada para los fines que esta "profesional de lo noticioso" le confirió finalmente  bajo el título de "El polémico caso Petete".

Así son ellos. Esa es su "lógica" de actuación. No pueden pensar ni pensarse sino dentro del monstruo que siempre los ha condenado a formar parte de un sistema de depredación permanente de todo lo que signifique relaciones verdaderamente humanas. Vaya, pues, nuestra solidaridad con el hermano víctima del ataque mortífero, y nuestro firme rechazo hacia este tipo de prácticas pseudo periodísticas que sólo pretenden envenenar el espacio público alimentando el odio, el engaño, el comentario deshonesto y las trampas comunicacionales.

Muchos Perseos harán falta dentro de la comunicación libre y militante para librarnos del conjuro. Y ya andan por allí iniciando mil batallas que terminarán más temprano que tarde por decapitar la mentira y erigir la palabra verdadera, el verbo que fecunda en acción dirigida a construir otra forma de hacer y de nombrar el hecho político.



¿Por cuál corrupción se grita, y por cuál se hace silencio?


Por Yuri Valecillo

Desde el Código Hammurabi  conocemos algunas normas contra la corrupción, también el viejo y nuevo testamento, y si continuamos, veremos decretos, leyes, proclamas...

Y la corrupción sigue allí cuando la lógica personal invade las necesidades del colectivo, cuando el yo puede más que el ustedes… ¡y claro! a veces el ustedes, la competencia por decir tengo más o deseo lo que tú te ganaste. Buscar ejemplos en Europa seria simplemente dramático; la propia revolución industrial financiada por el oro y la plata de sus colonias de África, Asia y América.

Lo cierto es que algunas cosas son necesarias y el seguimiento de las leyes, las declaraciones juradas de patrimonio, leyes de transparencia y la lucha contra la opacidad gubernamental, perseguir a los que se enriquecen a partir de los recursos públicos es necesario y confrontarlos y conocer sus bienes de manera absoluta al entrar y salir de cargos en la administración de los bienes que manejó.

Pero si nos quedamos en ese pedazo de la realidad nacional, la cosa se puso grave y es que va más allá la corrupción, va desde kilos de arroz que son de 900 gramos y contrabando de gasolina o la prisión a algún compañero sin fórmula de juicio sin olvidar reparaciones a algún Teatro de la Ópera o la ofensa a gritos a la diversidad sexual en pleno siglo XXI.

Habilitante o no, no imagino que la nación pueda asumir que la suerte de un combate se decide con una “ley suprema”. En gran parte hace falta poner los resortes civiles, judiciales y los instrumentos con los que cuenta la nación para combatir el flagelo. La corrupción va atada a la realidad que vivimos, los dólares que llueven como regadera, el acoso laboral, las falsas expectativas, la demagogia y la defensa de hechos, actos y obras, a sabiendas que son un desastre.

La lucha contra el olvido, el no tener un solo PEZ GORDO del caso PDVAL y el caso extraño de Lácteos Los Andes donde los trabajadores denuncian casos verdaderamente espantosos de corrupción e ineficacia gerencial o administrativa, y donde a diferencia del caso ACEITES DIANA, al Misterio -perdón, Ministro Osorio- no se le ve ni el polvo y él o la que declare puede ser sancionado o sancionada. Veamos http://www.aporrea.org/endogeno/n235033.html

Los combates son más allá que la exigencia o la declaración de que la derecha roba y la izquierda es impoluta, químicamente pura, maravillosa. La confrontación política va más allá de eso no es lo que se administra también es cómo se administra y para qué. La lucha por la comuna que más de una vez es detenida por sectores con los que se pueden compartir ideas pero no prácticas, el miedo a perder el cargo o la plaza laboral. La ofensa pública, privada o secreta a trabajadores y trabajadoras por desencuentros con el patrón.

Para los combates se requieren ejemplos y demostrar que el cumplimiento de las normas es necesario y además posible. No imagino estos combates de otra manera u otra forma. El actuar como un ser de izquierda, no es sólo el seguimiento de las leyes; siempre va un poco más allá en lo fraterno, en lo solidario, lo sincero, lo transparente.

De las cosas perversas de las revoluciones están las prácticas stalinistas del temor al jefe y el miedo al comentario público. Lo que viene es duro y la lucha que viene se trata en primer caso de darle respeto al ser humano por el hecho de serlo, por su ética y su humildad, y no por el cargo detentado.

Bien, no lo sigo en una lucha que aún no le veo comienzo, Presidente Maduro. Y cuando comience, le acompañaremos  pero para dar una apertura ¿por qué no acabamos con un caso de corrupción jurídica, informativa, legal EL CASO JULIAN CONRADO. Debería dar apertura a una lucha y sería  maravilloso que comenzara por sus propias fallas? No es un juicio, es un gesto lo que se pide. ¿O será que la lucha de que se habla tiene sus tonos y colores…?


martes, 27 de agosto de 2013

Diana, una victoria y el silencio del Sistema Nacional de Medios Públicos



El telón que se pretendía bajar para los trabajadores de DIANA fue hecho rasgado, parecía que se podía cometer un atropello contra l@s trabajador@s que desde hace un lustro vienen haciendo que la industria alimentaria venezolana se lubrique.

Como en una puesta en escena los medios “públicos” o sea los medios del gobierno guardaron silencio, los medios de Valencia los impresos callaban o intoxicaban con noticias que no tenían que ver con el caso más emblemático que se estuvo viviendo en la región.

Y como el once, doce y trece de abril se jugaba a no decir nada a pesar de estar en juego la producción de aceites, grasas y derivados comestibles del país, sólo la palabra de su “excelencia” Osorio era tomada en cuenta y se trataba de convertir a esquiroles en héroes de una empresa donde los trabajadores son su activo más importante. L@s trabajador@s como en las peores épocas del Puntofijismo estuvieron fuera del aire y al igual que en el caso Sabino y Conrado la palabra fue clausurada, si la palabra que defiende la causa de los parias de la tierra se silenciaba en la pantalla, en la radio y en la prensa impresa del “sistema nacional de medios públicos” o sea del gobierno.

La victoria así fue doble por un lado se demostró que los trabajadores podían y debían asumir las riendas del patrimonio de la republica en este caso DIANA y por otro lado los medios comunitarios daban una hermosa batalla en contra de un silencio decretado por las cúpulas. La dirigencia se volvió un fenómeno colectivo y la participación de las comunidades transformo y nos transformo en lo que nunca hemos dejado de ser trabajadores y defensores de los nuestros, de nuestra clase y de nuestros derechos como pueblo de poder decidir hacia dónde va y para quien es la producción.

Los medios no oficiales y tampoco los del gran capital comentaron, informaron, analizaron el valor del conflicto que se presentaba y solo las ventanas de muchos modestos espacios de la red, de radios comunitarias, de la propia radio que funciona en las instalaciones de DIANA informaron y nos daban luces acerca de lo que acontecía.

Me comuniqué unas veinte o treinta veces con mi amigo Antonio Rodríguez, hoy trabajador de esa empresa, y lo pude escuchar como en sus mejores tiempos de estudiante universitario denunciando el acoso laboral, la persecución y la mentira a que fueron y eran sometidos desde diferentes espacios de poder, el silencio cómplice de nuestros “representantes” ante las instancias legislativas, ejecutivas y judiciales y su “no intervención” en una realidad donde una derrota se convertiría en una derrota de toda la clase trabajadora del país y del legado del pueblo y de Chávez, y de Chávez como hijo del pueblo, hijo de trabajadores.
Sabíamos o al menos intuíamos que se podía esperar poco y que la palabra “disciplina” sería utilizada como muletilla para no dar la cara por los nuestros , por los que llevan el pan a nuestra mesa y es que “si la patria es el hombre” como diría el padre cantor Ali Primera, la empresa DIANA es parte de la patria y a ella se debe y pertenece y quien mejor que sus trabajador@s para defender, proteger y respetar el lugar donde laboran, discuten, razonan, producen para todos y por ellos claro está.

Los medios comunitarios avanzaron creo que como nunca antes a veces sometidos al escarnio y otras veces sometidos al chantaje o al corrillo mal intencionado, lo cierto es que de nada valió el intento de silenciar el ruido que los trabajadores de todas partes hacían en contra de un patrón que desconoce la opinión de los que están allí.


Lo cierto es que una vez más los medios verdaderamente públicos y no los medios del gobierno confrontaron el silencio decretado, el cerco mediático quedo hecho añicos y Mendoza y sus aliados de medio pelo se quedaron con las manos vacías, pero debemos estar alertas, el silencio ante las luchas de los trabajadores, el no tomar partido frente a la omisión de algún@s debe ser roto. Por ahí está la palabra no basta con protegerla debemos darle uso cuantas veces sea necesario.

lunes, 26 de agosto de 2013

Respuesta a un amigo sorprendido por la crítica


RESPUESTA A UN BUEN AMIGO, A QUIEN LE SORPRENDIÓ UNA CRÍTICA QUE (YO) HICIERA, SOBRE EL ESPERPENTO QUE CREÓ Y PRETENDE AGRANDAR, CON EL ABSURDO IMPULSO DE NUESTRA REVOLUCIÓN, ‘EL MAESTRO’ ABREU…

Por Manuel Rugeles A.

Vamos por partes. El eurocentrismo es una concepción histórica, sociológica y política, según la cual el mundo europeo, y más particularmente el mundo europeo occidental (y sus “referencias”, cosas, manifestaciones culturales, etc.), son el centro, motor y vida de la historia del mundo entero. Y en ese sentido ES ‘alienación’, en la medida de la negación de lo nuestro, o en la medida de superponer esas referencias y manifestaciones, por encima de las nuestras, como forma de educación que nos somete mentalmente.

Por eso es que hablamos de neocolonización. Es la nueva (y ya vieja) forma de colonizarnos. Configura una parte importantísima de las cacareadas (pero súper-ciertas) guerras de 4ª. y de 5ª. generación. ¿O es que tú crees que cuando un país como Alemania, o España, o Inglaterra o Francia o Italia, disponen (y lo siguen haciendo a pesar de la crisis) de recursos monetarios cuantiosos para sostener y mantener canales internacionales de televisión y radio, lo hacen porque son ‘buena-gente'? Ahí los tenemos, a Antena 3, a TVE, a la DW, a la BBC, a la RAI… “vendiéndonos” SU CULTURA, ‘sus’ cosas,… y haciéndonos sentir que ‘ellos’ son la vanguardia del mundo, cuando lo que vienen es en retroceso, por los nuevos y reiterados fracasos del capitalismo, al que quieren salvar los líderes financieros del mundo y sus aliados (desgastadísimos) líderes políticos, para tratar de preservar como sea un sistema de explotación, mediante el cual un pequeño grupo de ‘privilegiados’ ostentan todo tipo de ‘creaciones’ para mostrar(nos) súper-niveles de vida, a costillas de la mayoría, que no tiene acceso a aquello, a menos que dejen la vida (y el 'pelero'), y por la vía del crédito, adquieran/consuman ‘formas de vida’ (víveres, bienes diversos, dispositivos, aparatos, etc.), que a punta de sofismas los ‘equiparen’ a las clases altas y poderosas. Pregunta hoy, averigua hoy, cómo es que Alemania -en su carácter de líder de la Eurozona- se mantiene a la cabeza (?). Y no es de otra manera que sacrificando todas las reivindicaciones salariales/de pensiones/de contrataciones, etc., que tiene ahora la clase obrera y trabajadora alemana.

Por tanto no se trata, ni basta, que te llenarán tu cabeza llanera con los colores de las garzas, de los gabanes, o los carraos, ya que en eso fuiste un ‘privilegiado’… porque fíjate que luego vino la educastración que tuviste (y tuvimos), la que a la luz de lo que se discute hoy, te permite autojuzgarte como eurocéntrico’… El problema (con lo de Abreu) radica en que la mayoría de estos muchachos de la orquesta (por no decir TODOS), que provienen de familias ya bastante alienadas en su formación escolar y 'social', en su cosmovisión y en su ideologización, no tuvieron ni tendrán el privilegio que tuviste (tú) de hasta escuchar como ‘música materna’ (haciendo en este momento analogía con la ‘lengua materna’, o sea ‘el castellano, que fue lo más grandioso que nos trajo la invasión española), la música dizque ‘más nuestra’, como lo es la música llanera. Esos chamos 'nacen' prácticamente a la vida social, en el proceso de inserción dentro de nuestra sociedad, con una música europea ya muerta, que NO nos pertenece. Entonces, cuando hablamos de ‘sentido de pertenencia’ ¿de qué hablamos? … sobre todo en este caso -concreto- de los chamos de la ONJV (?). ¿Qué es lo que 'les' pertenece? o ellos pertenecen a qué? ...

Trabajé durante 9 años con ese proyecto, y -como dijo Martí de los EEUU- ‘conozco el monstruo por dentro’. Allí descubrí el egocentrismo mayor de Abreu, quien descubrió una forma de vivir ventajosamente, aprovechándose de todos los gobiernos de la Cuarta (y ahora de la Quinta), educando en esa equivocación o contrariedad, contra la cual se hubiese rebelado el propio Simón Rodríguez (el loquito aquel, maestro de Bolívar, al que todavía no le paramos bolas), solamente con la intencionalidad de cazar ‘talentos utilitarios’, sonsacarlos de los estados del interior del país, para él tener siempre en Caracas una Orquesta de dimensiones mayores, de 'mejor sonido', y estafar así a cuanto gobierno y gobernante llegara al poder…

Porque resulta que a esa ‘música’, la burguesía y algunos componentes de la clase media ‘acomodada’ de este país, quienes tuvieron la inmensa oportunidad de conocer aquellas tierras de donde ella venía (a la que nos ‘vendían’ como superior a la nuestra… porque no es de indios, de negros y de mestizos peorros), nos la acuñaban como símbolo de ‘status’. Y llegaban a tenerla ‘en casa’ (pero sin escucharla con atención) cuando algún periódico o revista sacaba una colección barata de discos, cuyos ‘lomos’ servían además para adornar la biblioteca -cuando la tenían, porque en la mayoría de ese tipo de hogares no existen las bibliotecas, y eso podemos apostarlo-, o la sala de la casa… y hasta llegaban a oírla ‘cuasi’ obligados, cuando traían del exterior una orquesta sinfónica (como cuando vino Leonard Bernstein a Caracas con la Filarmónica de New York, por ejemplo) al Teresa Carreño, lugar donde antes no entraba el pueblo, y luego de pagar entradas costosísimas por ir a escuchar una música que jamás oyen ‘normalmente’ en sus casas (porque así como NO es la música de nosotros, los plebeyos, tampoco ES la música de ellos, los poderosos ‘dueños del país’), mostrarse/exhibirse en una especie de celebración de los ‘Oscar’ (como en los EEUU), ‘sobre la alfombra roja’, para entonces ir a mostrar sus trapos (de diseñadores internacionales o cuando menos-menos de la ‘criolla’ Carolina Herrera), la última o más costosa joya adquirida, y hasta el último chofer negro que les manejaba el enorme ‘portaviones’, digo, auto último modelo, también... que en el fondo era, para la pequeña burguesía de nuestro país, 'lo más importante' de esos eventos...

Cuando trabajé con la ONJV, acá en Táchira, presentábamos conciertos que llenaban casi cualquier escenario, iglesia o catedral que se nos pusiera por delante. Pero eso tenía UNA explicación: llegamos a tener una orquestica de hasta 100 músicos -entre niños y jóvenes-, cuyos familiares (padres, hermanos, novias, etc. de cada uno) y amigos en conjunto, eran capaces de llenar casi cualquier auditorio. Peeero… NUNCA pudimos ‘crear’ un público para esa vaina… Y ¡menos mal! Los que asistían porque verdaderamente les (o nos) gustaba la mal-llamada ‘música clásica’, podían contarse con los dedos de una sola mano. Y por lo regular no volvían (o lo hacían sólo por solidaridad amistosa), ya que esas orquestas de provincia no suenan tan bien como una buena grabación de la ‘Deustche Gramophon’ o de ‘Delta Records’, en un equipo de sonido, así fuese éste de 'medio pelo'. Y, en proporción mayor, jamás una orquesta como la mejor que tengamos o tenga Abreu (con Dudamel incluido) tocará esos temas del repertorio austro-húngaro o del barroco europeo, mejor que la Filarmónica de Berlín o la Sinfónica de Viena… Porque eso sería lo mismo que si ellos pudieran (o pretendieran) tocar mejor la música llanera (como tratan de hacerlo algunos japoneses), de arpa, cuatro y maracas, como lo hace cualquier conjunto llanero, similares a los que acompañaban al 'Carrao de Palmarito' o a Luis Lozada, ‘El Cubiro’. Y es que NADIE se los está pidiendo. Así como NADIE le está exigiendo a un país como el nuestro (o a cualquier otro), que toquen la música de ellos, como la tocan ellos...

[Nota: Dudamel es ahora una ‘diva’, creación de Abreu. Pregunta cuantos millones cobra, solamente por venir a San Cristóbal, a -apenas- dar una charla o una rueda de prensa. Y la clase de hotel que exige el señorito. Hace cuñas de relojes costosísimos, en las que lo anuncian como director de la Orquesta Sinfónica de Los Ángeles (CAL., EEUU). Jamás dicen (¡ni por equivocación!), que es director de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela… Y esa es una pequeña ‘muestra’ de la monstruosidad que estamos financiando, y que además engulle (casi) TODO el presupuesto cultural de nuestro país, a costa de todos los hacedores de cultura, verdaderamente nuestros… Una sola gira de esa orquesta (ONJV) al país europeo más cercano, se traga dos y más veces, el presupuesto cultural de todo un año, de lo que destinan al Táchira, por ejemplo, en materia 'cultural’. ¿Y para qué ?... ¿ para decir que casi somos capaces de tocar como ellos ? ¡No mejora el enfermo…!).

En una oportunidad estuve en un Congreso de Música Contemporánea en una pequeña localidad austríaca llamada Graz (se pronuncia Grats), y también estuve en la capital, Viena. En esa ciudad, que tiene permanentemente cuatro o cinco teatros, abiertos casi todas las noches, en los que se ofrecen magníficos conciertos, y de los cuales solamente a uno de ellos pude asistir (porque a todos me asomé, infructuosamente), porque de vaina conseguí entrada, la gente plena aquello… porque ESA, definitivamente, ES SU MÚSICA. Y gozan una bola con ella. ¿Por qué NO nos pasa con la nuestra lo mismo? Sencillamente porque nos han enseñado a despreciarla. Y en eso consiste el eurocentrismo y la alienación que eso destila. En conclusión, en Viena, los austríacos llenan esos teatros, como aquí los maracuchos plenan los estadios de béisbol (que también fue una ‘cosa’ que nos inocularon los gringos, a través de la invasión petrolera).

Pues bien, retomando el tema. Trabajar con la ONJV me hizo ‘abrir’ los ojos. Y a pesar de que esa música europea -ya muerta hasta en Europa- pueda gustarle a una ínfima minoría de mortales, definitivamente NO ES NUESTRA MÚSICA, NO ES ‘lo nuestro’. Descubrí que si los familiares de aquellos chamos no iban a los conciertos, no llenábamos ningún local, por pequeño que fuese… y eso ES lo lógico.

Por otra parte, yo sí creo que la música puede y hasta debe enseñarse a través de las creaciones y técnicas de grandes maestros (y depende de cuál música), pero no para ‘llegar’ a ser músicos ‘ejecutantes’ de aquello y nada más. Porque eso NO nos conduciría a ningún proceso creativo. Eso sería igual a que educáramos a los estudiantes de artes plásticas, conociendo las obras y las técnicas de los grandes maestros de la pintura, el dibujo y la escultura, para que nuestros ‘futuros’ pintores, o escultores, copiaran o plagiaran esas obras y utilizaran solamente aquellas técnicas, cuando precisamente los procesos de creación y de inventiva no paran, no se detienen, y de allí la grandeza humana…

En cuanto a la ‘sorna’ que le pones al componente religioso (la religión), que fue de las peores cosas que nos trajo la invasión y conquista de nuestros territorios, que además avaló el asesinato de más de 60 millones de seres humanos, solamente en América del Sur (ubicando el cuento del holocausto judío como un ‘cuento para nenes’ al lado de ‘nuestro’ genocidio), y la metes en el mismo saco que el idioma, que como te repito fue lo más grande que nos trajeron… porque hasta podría llegar a decir que la riqueza de nuestro idioma se la cambio por toda la plata robada en el Potosí, y creo que salimos ganando… me suena, lastimosamente, como a chantaje retórico. Como queriendo decir: ¡Coño, pero Manuel si jode ! Ya se va a meter con “lo mejor que tiene la revolución... la mejor imagen del país en el exterior… y bla, bla, bla…”. Pues ante eso te digo que si ESO es lo mejor de ‘nuestra’ revolución, este proceso, más-que-jodido está vuelto-mierda.

Porque eso sería un ‘agregado’ internacional más, al papelón que venimos haciendo, frustrando a un montón de personas, y de pueblos del mundo, que estaban (y están) confiando en nuestra revolución como un renacimiento y rescate de -tal vez- la mejor elaboración socio-política del hombre, como lo es el Socialismo, para no sólo salvar al planeta sino a la propia especie humana. Hacia lo interno no podemos medir los estragos que vienen haciendo en este país, enemigos y hasta ‘amigos’ (sin formación) y demás ingenuos, en contra del Socialismo. Yo creo que nunca antes, en tan pocos años, se había descalificado, lesionado, agraviado, escoñetado… tanto un término que entraña la verdadera salvación que puede tener nuestra especie (como decía Chávez), ni tampoco se había estafado, engañado (vilmente) a un pueblo con eso. El comportamiento ha sido tan negativo, que ahora nos lo enrostran en la cara: - ¿y esto es el socialismo que tanto pregonan ustedes ? … nos dicen…

Y no es cuestión de ‘quitarte el código genético europeo’ (como dices), porque puede ser que lo tengamos gracias a la invasión y al mestizaje, y por esa misma razón podremos tener colores indistintos de piel. El problema es no poner secundariamente LO NUESTRO, sino colocar lo nuestro por lo menos en igualdad de condiciones, porque para eso somos y protagonizamos UNA CULTURA, que ni es MÁS ni es MENOS que la europea o la gringa. Y no sería tan importante ‘despellejarnos’ ni ‘encontrar al europeo dentro de nuestros músculos, huesos, etc.’ porque -como te digo- , genéticamente con seguridad lo vamos a encontrar. Lo importante sería saber reconocer cuándo, la educación que nos han inoculado, nos convierte en neocolonizados, nos aliena por la vía de los productos (bienes, servicios, necesidades extrañas, películas, música, literatura, series, problemas, etc.) que nos ‘venden’ la televisión, el cine, la Internet y demás medios ‘de manipulación social’…


Todo se reduce a un gravísimo problema educativo que esta revolución no quiso enfrentar como debió ser, y por eso -todavía- no ponemos TODO nuestro empeño en formar sanamente a nuestros niños desde el Preescolar y la Primaria (para tratar de formar al hombre-nuevo-venezolano), y, por el contrario, volvimos a caer en la trampa de colocar la mayoría de nuestros recursos monetarios en la cúspide de la pirámide (universidades), donde está la juventud más alienada y la que sigue ‘pensando’, sin importar que salga de la USB o de la UBV, que ‘realizarse’ en esta vida, es obtener un cartón en la universidad, y luego encontrar un puesto (no un trabajo), para comprarse una camioneta, rumbear casi todas las noches de la semana, y vacacionar dos y tres veces al año. Eso, para la mayoría, sería la máxima realización. Obteniendo el cartón, como sea, a costa de lo que sea. No importa que se aprenda poco (porque ni escribir saben), ya que lo importante es tenerlo, para colocarlo en un ‘Ridículum Vitae’ (celebrarlo con una vulgar y grotesca cerveza Polar, como ‘rito de iniciación’ profesional) y esgrimirlo como una burda ‘arma blanca’ para atracar a cualquiera que se les atraviese en ‘el camino…’